Dos meses, "al menos", para realizar el traslado de los bienes muebles del pazo de Meirás. Es lo que solicitan los herederos del dictador Francisco Franco en un escrito que entró ayer, 16 de noviembre, en el juzgado. La petición de este plazo de dos meses, que empezaría a contar una vez finalizado el inventario de bienes, se produce poco después de que la Xunta les denegase laautorización para trasladar a Madrid las estatuas del Mestre Mateo

, en litigio, y que, como Bien de Interés Cultural, precisan de permiso autonómico para cualquier mudanza.

En su escrito, los Franco defienden nuevamente su derecho a trasladar todos los bienes muebles del interior del pazo de Meirás que, recalcan, no fueron objeto de la sentencia que les ha condenado en primera instancia a devolver el edificio y las fincas. Sus representantes legales argumentan que, de dejar los bienes en el pazo, estos podrían ser considerados "bienes abandonados a todos los efectos" y avanzan su intención de recurrir las medidas cautelares decretadas por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña del pasado 9 de noviembre, que prohibió retirar cualquier bien de Meirás hasta que se realiza un inventario completo.

El juzgado ordenó a los Franco entregar el pazo provisionalmente al Estado el próximo 10 de diciembre. La fecha se fijó antes de que decretase las medidas cautelares para realizar un inventario completo de bienes, para cuya realización los técnicos de Cultura de la Xunta y de Patrimonio Nacional disponen de un plazo inicial de 20 días, que podría prorrogarse. Los Franco denuncian que el tiempo corre en su contra, argumentan que el plazo concedido inicialmente constituye un intervalo de tiempo "muy próximo al mínimo del que dispone todo condenado" y apelan a las dimensiones de la mudanza que planean: "Se trata de un inmueble de considerables dimensiones en cuyo interior hay gran cantidad de cosas", apuntan.

Los Franco justifican la necesidad de un plazo de "al menos" dos meses para la mudanza en "las obvias dificultades" derivadas de la pandemia y en el hecho de que en el pazo de Meirás tienen su vivienda habitual los guardeses, un matrimonio con menores a su cargo, que "no solo tienen que retirar sus cosas" sino "que han de fijar un lugar alternativo en el que fijar su residencia". El futuro de los guardeses todavía está en el aire y formaciones como el BNG han pedido que se mantengan sus contratos.

Xunta Pro Devolución

La Xunta Pro Devolución do Pazo de Meirás, el órgano impulsado por la Diputación del que forman parte concellos, la Real Academia Galega, colectivos por la recuperación de la memoria, universidades o investigadores volverá a reunirse el próximo viernes. Será el primer encuentro tras la sentencia que estima el recurso de la Abogacía del Estado y condena a los Franco a devolver el pazo.

La Diputación explica que los objetivos principales de esta reunión son abordar el futuro de la Xunta Pro Devolución y los futuros usos del pazo de Meirás y, de forma más inmediata, los contenidos de las visitas a este Bien de Interés Cultural a partir de su devolución provisional al Estado.

El diputado de Patrimonio, Xosé Luís Penas, defendió ayer que los itinerarios deberán mostrar la historia reciente de la recuperación del pazo como bien público. El responsable nacionalista defendió además la necesidad de retirar de As Torres todos aquellos elementos que han contribuido a hacer del pazo "un templo del franquismo" y un "destino de franquistas trasnochados". Penas apunta además que los futuros usos de Meirás deben ser fruto de una reflexión colectiva.