La Policía Local de Arteixo realizó ayer una intervención contra un local hostelero situado en las proximidades de la rotonda de Sabón tras detectarse que incumplía el cierre decretado por la Xunta. Los agentes descubrieron que servía cenas a varios clientes. Fueron denunciados la propietaria del local y tres comensales que se encontraban en el interior.

Los policías, que actuaron tras recibir varios avisos de los vecinos, observaron cómo varias personas levantaban la verja y accedían al local, que simulaba estar cerrado. El Concello explica que la dueña podría ser sancionada con hasta 6.000 euros de multa y el precinto y cierre del local, según la normativa instaurada por el Gobierno gallego. Los comensales también podrían ser sancionados también con doscientos euros cada uno.

En cuanto al número de multas, a Policía Local arteixana ya ha impuesto un total de 43 denuncias desde el 30 de octubre por saltarse las restricciones impuestas por la Xunta. En la mayoría de casos se trata de personas que se encontraban en la vía pública durante el horario del toque de queda, no llevaban mascarilla o estaban con gente con la que no convive, según detallan fuentes policiales.