El 45 aniversario de la muerte de Franco deja tres fotografías vinculadas al pazo de Meirás. Una reunión de la Xunta Pro Devolución do Pazo, la primera tras la sentencia de primera instancia que ordena a los herederos del dictador devolver el inmueble; el posado de la líder del BNG, Ana Pontón, ante As Torres acompañada por diputados y concejales nacionalistas, integrantes de colectivos por la recuperación de la memoria histórica y de los 19 de Meirás; y la entrada de un grupo de visitantes al pazo para conocer la historia de este inmueble a través de la óptica deformante de la Fundación Francisco Franco.

Salvo prórroga, los Franco entregarán provisionalmente al Estado el pazo de Meirás el próximo 10 de diciembre y, de momento, no ha trascendido qué administración asumirá la gestión ni los detalles del nuevo relato que se ofrecerá en las visitas por este Bien de Interés Cultural. Palabras hasta ahora vetadas intramuros, como "dictador", deberán sonar en el interior del inmueble tras este cambio de ciclo.

Todas las administraciones coinciden en que no debe soslayarse la dictadura y también en que los nuevos usos deben servir para exaltar la figura de la primera propietaria, la alma máter de As Torres, Emilia Pardo Bazán. La Xunta, que ha solicitado ya al Estado que transfiera la gestión del pazo de Meirás, pone el acento en los usos culturales vinculados a la autora de La Quimera y a las escritoras en general y, aunque admite que no puede obviarse en el relato el franquismo, evita hablar de recuperación de la memoria histórica. En la proposición no de ley que aprobó en solitario en el Parlamento, el PP aboga por usos que "reivindiquen el entendimiento y la concordia".

La Fundación Francisco Franco sigue gestionando las visitas del Pazo | Cabalar

Esta alusión a la concordia no es novedosa en el partido conservador. El presidente del PP, Pablo Casado, ha abogado insistentemente por una "ley de concordia" que sustituya la ley de la memoria histórica que, afirma, plantea una "sectaria reescritura de la historia que arroja paladas de rencor sobre la sociedad española" . La alusión ahora del PP gallego a usos que "reivindiquen en el entendimiento y la concordia" ha disparado las alertas de la oposición, recelosa de que pretenda imponer un relato tibio, equidistante para "blanquear el franquismo", en palabras de Ana Pontón.

La líder nacionalista reclamó ayer un plan de usos consensuado entre administraciones, instituciones, colectivos culturales y de la recuperación por la memoria para fijar de forma colectiva los nuevos usos que, incidió, deben servir para recuperar la memoria de los represaliados de la dictadura.

En la misma línea, el vicesecretario del PSdeG, Pablo Arangüena, criticó las declaraciones del conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, de convertir Meirás "en un faro de la igualdad" y acusó al responsable autonómico de "sacar el feminismo de la chistera para ocultar la memoria histórica". El socialista aboga también por consensuar los usos en una comisión permanente.

La Xunta Pro Devolución do Pazo de Meirás, de la que forman parte la Diputación, los concellos de A Coruña y Sada, entre otros, universidades, la Real Academia Galega, historiadores y colectivos por la recuperación de la memoria histórica, incide en lo mismo. Esta entidad defiende que el pazo debe incluir entre sus usos un "homenaje a las víctimas del franquismo" y un relato del "expolio" y defendió la creación de una mesa que integre a las administraciones, entidades y especialistas que participaron en su recuperación para diseñar su futuro a través de un debate plural.

El presidente de la Diputación Valentín González Formoso, defendió ayer que la reivindicación de la figura de Emilia Pardo Bazán debe ser un pilar importante, pero sin obviar la resignificación de este espacio de "exaltación del franquismo" en un lugar de memoria y reparación. El diputado de Patrimonio, Xosé Luís Penas, abogó porque la sentencia histórica abra el camino para recuperar otros bienes "expoliados", un fin para el que el BNG urge la creación de una comisión.

La Xunta Pro Pazo reclamó también ayer al Estado que suspenda de forma inmediata las visitas que realiza la Fundación Francisco Franco "para que deje de ser lugar de peregrinaje de afines al régimen dictatorial".