"Dar apoyo en la educación a distancia, haya un nuevo confinamiento o sin haberlo, para que los padres y madres tengan un mayor conocimiento y puedan ayudar a sus hijos". Con ese fin, el Ayuntamiento de Cambre organizó este mes un curso de alfabetización digital para padres y madres, explica Chus Bello, formadora digital que se encargó de impartirlo. Tras el éxito de demanda de la primera edición, en la que por la pandemia solo se permitió acceder a cinco alumnos, el Concello prevé repetir.

"En este caso, todos los padres que asistieron tenían correo electrónico, pero no todos tienen y hay que empezar por ahí. Y se manejan bien con el correo en el móvil, pero luego no saben adjuntar un archivo, por ejemplo; se pierden", apunta la formadora. "Trabajé mucho el vincular la cuenta de correo al calendario para poder llevar una agenda y, sobre todo, con Word: trabajar un documento de Word, insertar un documento de foto, crear un archivo, una carpeta, enviar por correo electrónico un archivo...", detalla Bello. "Fue muy poquito tiempo y a veces me decían que se les quedaba corto", recuerda sobre la iniciativa, que surgió hablando con la orientadora del colegio de O Graxal.

Preguntada por los perfiles de los alumnos del curso, asegura que "eran muy diferentes". "Alguna persona había hecho algún curso hacía tiempo, pero no tenía ordenador y lo tenía todo olvidado. Otra persona no era capaz de ayudar a su hijo pequeño, de nueve años, y le ayudaba su hija de unos 20 años, y comentaba que le gustaría ser ella quien pudiese ayudar al niño", relata. "De hecho, dejé abierta la posibilidad de quedar un día con ella y el niño para entrar en la plataforma que tiene que utilizar su hijo para las cosas del colegio", cuenta Bello.

La formadora lamenta que muchas familias sufren dificultades por la falta de ordenadores e incluso de teléfonos móviles. Apunta que, desde un proyecto de educación inclusiva que desarrolla en toda la provincia, sí ofrecen el préstamo de material de apoyo para los alumnos con discapacidad con los que trabajan en esta iniciativa.

"Cuando fue el confinamiento, si no llega a ser por mi hija la mediana, no sé qué hubiera sido de mí con el niño", cuenta Flor Mateo, la alumna del curso de alfabetización digital a la que Bello se ofreció a ayudar con la plataforma tras la formación. "Yo no quiero depender de mi hija, que ahora está trabajando, y alguna vez me vi bastante agobiada", relata esta madre. "Cuando surgió lo del curso digital me dije: ¡Esta es la mía!'. El curso me vino bárbaro. y me quedé con ganas de aprender más en casa. Está claro que cada vez hay que estar más preparado", apunta Mateo, quien asegura que hacía "muchísimo tiempo" que no usaba un ordenador, y "las cosas se van olvidando". "Para mí fue un logro muy significativo. Se lo dije a la profesora: 'Igual para ti no es nada, pero para mí es mucho'. Eran dos horas y media cada día y se pasaban volando porque era muy interesante, me resultó muy nutritivo", asegura Mateo.