Tras llevar el BNG al Congreso de los Diputados la denuncia de los vecinos de la rúa A Ferrala por disparos de cazadores supuestamente desde la misma acera, en suelo urbano, el pasado 20 de agosto, el Gobierno central ha contestado que al lugar acudió primero la Policía Local , que identificó al organizador de la cacería y al resto de participantes, y entrevistó a los vecinos. Después acudió una patrulla de la Guardia Civil pero "ya se había solventado el problema" y no había cazadores ni vecinos en la zona.

En su respuesta, el Ejecutivo central explica que la Guardia Civil "identificó a los 18 cazadores participantes en la batida" de jabalí, comprobando sus armas, municiones, perros y "mancha de terreno dentro del coto", pero "no se pudo llegar a determinar con certeza la comisión de negligencia o infracción alguna", por lo que no se pudo hacer denuncia o atestado.

El Bloque en el Congreso preguntó por qué no había acudido la Guardia Ci vil cuando fue avisada, pero el Ejecutivo central señala en su respuesta que en ese momento no tenía "disponibilidad" y que acudió una patrulla apenas veinte minutos después. Agrega además que los portadores de armas de fuego tienen que someterse a exploraciones y pruebas de aptitud psicofísicas para obtener y renovar las licencias y solo pueden tenerlas para caza mayor o para escopetas los que superen las pruebas de capacitación sobre conocimiento, cuidado, conservación habilidad en el manejo y utilización.

El BNG llevó al Congreso la denuncia, impulsada por la Asociación Animalista Libera, porque la Ley de Caza prohibe usar armas de fuego en espacios residenciales. Libera alertó de este incidente y de que los vecinos habían increpado a los cazadores. El alcalde dijo en su día que no le constaba que hubiese habido ningún problema.