El Concello de Arteixo ha perdido la demanda en la que reclamaba que se anulase el estudio de la prolongación del acceso al puerto exterior de Langosteira (más conocida como la cuarta ronda), que promueve el Ministerio de Transportes, para que los fondos previstos para la actuación se destinasen a la eliminación del peaje de Pastoriza (AG-55). La Audiencia Nacional ha emitido un fallo en el que desestima el recurso al entender que “no existe obligación alguna de ajustar la actuación administrativa a los criterios expuestos por los interesados en sus escritos de alegaciones” y razona que “a la Administración compete examinar y valorar las diversas” reclamaciones y dar “una respuesta coherente y razonada y explicar el porqué de su decisión”, lo cual considera hecho. El fallo es recurrible ante el Tribunal Supremo en un plazo de 30 días desde la notificación de la sentencia.

“Es suficiente con examinar el expediente administrativo para comprobar que no solo se respetó dicho trámite, sino que también se materializó y documentó la valoración de las alegaciones presentadas por los interesados. De manera que la selección de la alternativa que se ha considerado más recomendable, entre las distintas alternativas estudiadas, no está desprovista de fundamentación técnica”, afirman los jueces en el fallo, que se hizo público en la tarde de ayer.

La sentencia acaba, por el momento, con las esperanzas que tenía puestas el Concello de Arteixo para lograr la supresión del peaje de Pastoriza, en la AG-55. Hace un año, la Consellería de Infraestruturas y el Gobierno local arteixano remitieron un borrador de convenio al Ministerio de Transportes (entonces denominado Fomento) y a la Audiencia Nacional para lograr la eliminación del pago en la vía de alta capacidad. Ahora queda en papel mojado por el momento, ya que ni los jueces ni el departamento estatal la han aceptado. El convenio propuesto supondría que el tramo de la autopista entre A Coruña y Arteixo, un vial de titularidad autonómica, pasase a manos del departamento estatal, que debería abonar una indemnización de 19 millones de euros a la concesionaria, Autoestradas de Galicia. También implicaría la renuncia a la cuarta ronda, una infraestructura con mayor coste.

La Audiencia Nacional señala que la selección “de la alternativa que se ha considerado más recomendable”, la conocida como cuarta ronda, “entre las distintas alternativas estudiadas, no está desprovista de fundamentación técnica” como argumentaba el Concello de Arteixo. El fallo recoge que la Sala entiende “no existe duda sobre la legalidad del estudio informativo en cuestión y que no cabe apreciar “la denunciada nulidad de las resoluciones impugnadas, pues no se constata ninguna vulneración determinante de tal nulidad en el procedimiento”. Además, los magistrados indican que no existe “la denunciada indefinición del enlace de la prolongación del acceso al puerto exterior de A Coruña con la AC-14 (tercera ronda), cuando se trata de uno de los aspectos que expresamente se contemplan entre los que han de ser concretados en el proyecto. Lo cual, además de ser coherente con las limitaciones de un estudio, es lo habitual en obras”.

“La Administración ha optado por la alternativa que, tras los oportunos trámites y el examen y valoración de las alegaciones presentada ha estimado más recomendable, como era su objetivo, por lo que no cabe apreciar arbitrariedad en esa elección”, advierte la Audiencia Nacional. También señala que “se ha optado por una alternativa que se razona y fundamenta como más recomendable, en ejercicio de las facultades de la Administración para ello, con fundamento en los informes obrantes en el expediente Administración ha optado por la alternativa que, tras los trámites y el examen y valoración de las alegaciones presentadas, ha estimado más recomendable, como era su objetivo, por lo que no cabe apreciar arbitrariedad en esa elección”.

La conocida como cuarta ronda es la prolongación del actual acceso al puerto de Langosteira, aunque el PP coruñés la bautizó como la cuarta ronda en 2014. Se trata de un vial de 2,9 kilómetros de longitud que se desarrollará mediante una carretera convencional y que partirá de la actual autovía de acceso a la dársena (a la altura de Meicende) y que llegará al cruce de la tercera ronda en As Rañas. Su coste está entre los 27 y 32 millones de euros, según los cálculos del Ministerio de Transportes. El objetivo de esta infraestructura es conectar un puerto de interés general del Estado como es Langosteira con la red estatal, es decir, la autovía del Noroeste, la A-6.

La propuesta de Xunta y Arteixo supone que este itinerario se realizaría por la AG-55 y no requeriría ningún tipo de infraestructura nueva. Con esta opción se lograría eliminar el peaje para todos los tráficos.