La empresa Civis Global dio comienzo ayer a los trabajos de construcción del nuevo cruce de Sol y Mar en la carretera AC-12, una obra de gran complejidad para la que el Ministerio de Transportes calculó un plazo de ejecución de 34 meses y que la adjudicataria del proyecto se comprometió a llevar a cabo en 28 y sin que se interrumpa la circulación en ningún momento. Esto sitúa el final de las obras en la primavera de 2023, momento en que entrará en servicio la nueva distribución del tráfico en este punto para evitar los continuos atascos que generaba la antigua regulación mediante semáforos.

“Esta era una obra muy necesaria”, manifestó ayer el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, en el acto de colocación de la primera piedra de los trabajos, simbolizada por un antiguo mojón de carretera. “Lo importante no es solo comenzarla, sino también finalizarla, pero en este caso no debería haber ningún problema porque está todo contratado”, añadió García Seoane. El Concello destacó que el comienzo de las obras se produjo tras 16 años de reclamaciones ante el Gobierno local por los problemas que se producían en este punto de la AC-12, por el que pasan diariamente 50.000 vehículos.

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Transportes inicia la obra de Sol y Mar con el objetivo de terminarla en la primavera de 2023 Víctor Echave

También se refirió el Ejecutivo municipal a la vinculación de esta actuación con la ampliación del puente de A Pasaxe, otra iniciativa largamente demandada por Oleiros sobre la que dijo que durante los próximos dos años el Ministerio de Transportes deberá aprobar el proyecto y licitar las obras con el fin de comenzarlas en 2023. La Delegación del Gobierno en Galicia había anunciado recientemente que la reforma del puente no se pondrá en marcha hasta que concluya la de Sol y Mar. El propio delegado, Javier Losada, que presidió ayer el acto de colocación de la primera piedra, destacó que el proyecto iniciado “resulta fundamental para acometer futuras obras como la propia ampliación del puente de A Pasaxe, cuyo proyecto se encuentra en redacción”.

El nuevo enlace de Sol y Mar tendrá un coste de 9,8 millones de euros y consistirá en la construcción de una glorieta elevada, un falso túnel, vías de servicio laterales y cruces peatonales en un tramo de la AC-12 de 600 metros de longitud. El tronco de la AC-12 discurrirá soterrado, de forma que la glorieta que se instalará en la en superficie permitirá efectuar los giros hacia la avenida das Mariñas y la carretera AC-174. El tramo soterrado contará con dos carriles para cada sentido de circulación, separados por una barrera rígida. A ambos lados de la carretera se dispondrán los ramales del cruce, que no solo servirán para realizar los giros, sino para dar acceso a las edificios situados en la zona.