Los operarios ya han llegado al cruce de Sol y Mar, en Perillo, tras años de reclamaciones para que se ejecute el paso subterráneo que mejore la fluidez del tráfico en la carretera AC-12. Por el momento no hay obras en marcha, ya que por el momento solo se realizan los trabajos de sondeos para comprobar las ubicaciones de las redes de servicio que discurren por la zona, como pueden ser el agua, el gas y la electricidad, que posteriormente deberán ser repuestos. Ahora se realizan las auscultaciones en la calzada, además de trabajos de topografía. Ayer ya se podía ver a los técnicos inmersos en estas tareas en la propia intersección y en las zonas próximas. En estos días no está previsto que estos trabajos afecten al tráfico.

La empresa Civis Global, junto a Extraco y Misturas, dio comienzo el pasado martes a los trabajos de construcción del nuevo cruce de Sol y Mar en la carretera AC-12, una obra de gran complejidad para la que el Ministerio de Transportes calculó un plazo de ejecución de 34 meses y que la adjudicataria del proyecto se comprometió a llevar a cabo en 28 y sin que se interrumpa la circulación en ningún momento. Esto sitúa el final de las obras en la primavera de 2023, momento en que entrará en servicio la nueva distribución del tráfico en este punto para evitar los continuos atascos que generaba la antigua regulación mediante semáforos (antes de que se eliminase el giro izquierda por la ejecución de las obras del sifón en la zona de Santa Cruz.

La empresa constructora, Civis Global, señala que durante el tiempo que duren los trabajos “intentará causar los mínimos perjuicios a los vecinos” que transitan por esta carretera, de gran densidad de tráfico. También afirma que “minimizará el impacto de los trabajos para no obstaculizar el tráfico”.