Hace diez años que los restos de castro Cociñadoiro deberían estar expuestos al público en un museo o centro de interpretación, según la promesa de la Autoridad Portuaria, que fijó 2011 como fecha para la apertura del recinto cultural. Y hace dieciséis que el yacimiento se desmanteló para la construcción del puerto exterior de Punta Langosteira. La entidad portuaria, sin embargo, elude pronunciarse sobre plazos o cronogramas. Asegura que “el Puerto y el Ayuntamiento están analizando posibilidades”, como trasladó el ente, consultado por este periódico, tras la visita del nuevo presidente del puerto, Martín Fernández Prado, y el alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, a un muelle del puerto exterior.

Considerado singular por los expertos por tratarse de un poblado dedicado a la metalurgia del bronce antiguo y por un inusual grado de organización urbanística, el castro dejó paso a los muelles con el traslado de unos 10.000 elementos. Los de menor tamaño permanecían en el Museo Arqueológico del castillo de San Antón, en A Coruña, mientras que las de mayores dimensiones se guardaron en un almacén en la dársena de Oza, como admitió la Autoridad Portuaria en 2017. Dos cabañas completas, un fragmento de lienzo de muro representativo de la fábrica de las cabañas, un trozo del lienzo exterior de la muralla, dos estructuras de combustión y otras piezas recuperadas por medio de moldes son algunos de los restos más destacados que se conservaron y guardaron del yacimiento arteixán que se ubicaba en Punta de Muros.

El entonces presidente del organismo portuario, Enrique Losada, aseguró en 2017 que los restos se encontraban entonces “debidamente custodiados” para “ponerlos en valor”. “Más que el lugar donde están lo importante es que la conservación se lleva adecuadamente”, argumentó entonces. El Puerto eludió ayer pronunciarse sobre el actual paradero de las piezas y estructuras.

La Autoridad Portuaria había manifestado su intención de construir un centro de interpretación o museo del yacimiento de Cociñadoiro en el parque de Monticaño, como había acordado con el Ayuntamiento.

El organismo portuario aplazó varios años en sus presupuestos económicos el inicio de los trabajos para la musealización de los restos de castro Cociñadoiro. En 2019, el programa de inversiones incluido en el plan de empresa del Puerto recogió un año más una partida de 202.000 euros para la redacción del proyecto constructivo y museográfico.

Un yacimiento diferente

La dedicación a la metalurgia, el alto grado de organización, las formas rectangulares de sus cabañas o el tipo de herramientas localizadas fueron algunos de los elementos más destacables para los especialistas. “Está claro que este poblado ni está dónde debería estar ni es cómo debería ser”, aseguró el arquitecto Juan A. Cano Pan en su memoria de la excavación. Incidió en el hallazgo de 20 hornos metalúrgicos y de metalistería y “otras instalaciones relacionadas con el proceso de obtención y tratamiento del metal”.