Una de las últimas tendencias en cosmética y tratamiento de dolencias musculares o articulares, el CBD (cannabidiol), tiene en Betanzos una de las pocas empresas del sector en Galicia. Dagga CBD, nacida el pasado octubre, vende bálsamos recuperadores, sérums para la piel o aceites, todo consumo tópico. Tras un minucioso análisis a nivel jurídico para cumplir la normativa europea y española, tres jóvenes betanceiros han creado esta cooperativa, que pretenden situar como líder en el sector en Galicia, explica el administrador, Sergio Fernández. Adrián Faraldo se encarga del marketing y el tercer cooperativista, Santiago Rodríguez, del departamento comercial. Y han contado con la ayuda de la diseñadora gráfica betanceira Marta Seijo. En sus tres meses de vida, han logrado ya clientes como deportistas de alto rendimiento de toda Galicia, sobre todo a través de su web (http://daggacbd.es/) y un perfil de público más amplio de lo que preveían.

Para no iniciados, ¿qué es CBD?

En un compuesto más de la planta cannabis sativa, igual que el cáñamo industrial.

¿Y qué propiedades tiene?

Se le atribuyen propiedades como analgésico, antinflamatorio y relajante muscular y se utiliza también para la ansiedad o el insomnio. Además, en la piel tenemos receptores cannabinoides y va muy bien para acné, psoriasis o dermatitis. Eso en forma tópica. En España está prohibido su consumo de forma ingerida.

¿Aunque no tenga THC (cannabinoide psicoativo)?

La planta como tal siempre tiene algo de THC. En España, para poder venderlo de forma legal, tienen que tener menos de un 0,2% de THC las variedades que tú trabajes. Hay infinitas semillas. En la UE solo se pueden trabajar 21 variedades y esas 21 es a lo que se le llama cáñamo industrial, con un porcentaje de THC dentro de lo permitido. Del cáñamo industrial, el CBD es la parte más medicinal o terapéutica.

¿Nos llevan ventaja otros países?

Las potencias ahora mismo en producción de cáñamo industrial y, sobre todo, tema CBD, son Suiza, Italia y Portugal. Y Holanda, pero ya es quizás mas medicinal o marihuana como tal. Suiza ya lleva muchos años trabajando en el tema del CBD y son los que más desarrollada tienen toda la industria.

¿En producción y en consumo?

Sí. De hecho el límite máximo de THC es diferente, 1%. Hace poquito la OMS y la ONU descatalogaron el CBD de las sustancias peligrosas, por lo tanto no se considera una droga como tal. No está en el mismo nivel que el THC.

Que quede claro que el CBD no es droga, entonces.

No es droga. Lo que no se puede en España en ingerir ni fumar. En Suiza puedes consumir CBD como aquí potasio, como complemento alimentario. O del aceite, por ejemplo, tomarte tres gotas para la ansiedad o el insomnio. Aquí no. Aquí puedes venderlo como producto aromático u ornamental. Como una planta, como una rosa.

Su aceite, ¿qué uso tiene?

El aceite a nivel legal en España es de uso tópico, nada más. Y la flor la recomendamos para que la gente haga en casa sus bálsamos, sus cremas o sus aceites. Pero siempre de uso tópico, aromático, ambiental o decorativo. Nunca lo recomendamos para ingerir ni fumar.

¿Funciona mejor el CBD que otros ingredientes?

Es súper recomendable, hay muchos estudios científicos que demuestran muchos beneficios para la piel o a nivel muscular. Ahora mismo está muy de moda porque funciona. Lo utilizan mucho deportistas de alto rendimiento. A nosotros nos compran a través de la web deportistas de Galicia que ya conocían sus propiedades. Y se ha interesado alguna entidad deportiva gallega importante.

Sobre la posibilidad de ingerirlo, ¿ve próxima una modificación normativa en España?

Tal como están las cosas y con un Gobierno progresista, yo creo que sí. Todos los países se están subiendo al carro de la legalización del CBD, pero en España, como siempre, vamos un poco a la cola de Europa. En general, la gente con la que yo hablo en España le damos como cuatro o cinco años para que se regule con una ley para hacerlo alimentario, para establecerlo como lo que debería ser. En Suiza se utiliza así y es el mismo producto. Nosotros no incentivamos su consumo ingerido ni fumado.

Hay pocas empresas del ramo.

Está habiendo un auge bastante grande España. En Galicia, hay cinco o seis. Pero muchas lo intentan y por la dificultad burocrática o el miedo, por lo complejo que es, se echan atrás. Nosotros siempre estuvimos asesorados por abogados.

¿Contentos con la respuesta?

Fue una sorpresa bastante buena. Esperábamos un público más joven y más concreto, pero hay muchísima gente que está empezando a conocer sus beneficios. Te hablo de gente de 50 años, abuelos, gente con problemas artritis, acné... Todas las edades y todos los tipos. Además de los deportistas de alto rendimiento que ya lo conocen o gente de crossfit, ahí hay una demanda brutal. Estamos arrancando pero nos hemos dado cuenta de que hay un público más allá de lo que pensábamos.