El Concello de Arteixo ya tiene elaborado su Plan de Movilidad urbana Sostenible (PMUS), con el que pretende reducir el uso del vehículo privado. Una de las propuestas principales que recoge el documento es aplicar el modelo urbano de supermanzanas en el núcleo principal del municipio, de tal modo que las calles comprendidas entre la avenida de Fisterra y la travesía de Arteixo tendrían el tráfico limitado a residentes y algunas excepciones más, con lo que no habría coches de paso. Mientras que los viales que rodean la localidad absorberían la mayor parte de los vehículos. De esta forma, la mayoría de calles podrían pasar a ser de plataforma única, es decir, crecería la zona peatonal ahora existente en la avenida del Balneario y calles cercanas. La meta final es lograr que el peatón tenga mayor protagonismo frente a los vehículos.

El plan de movilidad prevé que en el perímetro situado entre las dos carreteras principales que flanquean el núcleo “únicamente se permita el paso a residentes y otros servicios y excepciones que será necesario detallar posteriormente”. También recoge que será necesario “cambiar los sentidos de algunas calles de manera que no se permitan” realizar trayectos completos “por el centro de Arteixo, evitando así el tráfico de paso por el centro”. Los vehículos pesados solo podrían pasar por la travesía de Arteixo o por la avenida de Fisterra.

Una vez limitado el tráfico, el Concello podría habilitar una plataforma única en las calles. “Principalmente se propone que la zona ya peatonalizada de la avenida del Balneario se aumente mediante calles de coexistencia a cota única la calzada y la acera”.

Sobre el cambio de direcciones de los viales, los redactores del plan (la unión temporal de empresas Tema Ingeniería e Iplan Movilidad) señalan que se ha detectado “la presencia de algunas calles de doble sentido susceptibles de modificar a sentido único”, lo que permite, según argumentan los redactores del documento, “una mejor distribución del tráfico,” acabar con la doble fila y liberar espacio para equilibrar el espacio público en favor del peatón.

En cuanto a los límites de velocidad, el plan propone que las vías urbanas estén limitadas a 30 kilómetros por hora, las calles residenciales a 20 y las de coexistencia a 10.

El documento debe ser aprobado por el Gobierno local y después será expuesto al público por si algún vecino está interesado en realizar alguna aportación. El plazo que establece para desarrollar las actuaciones propuestas es de un total de ocho años, con una inversión estimada de 24,1 millones de euros, que serían aportados por fondos municipales y de subvenciones que el Ejecutivo local debe lograr de otras administraciones públicas.

El plan realiza un diagnóstico y propone una serie de propuestas para fomentar la movilidad sostenible, como pueden ser los itinerarios peatonales y ciclistas y el transporte público.

Los redactores del documento, la unión temporal de empresas Tema Ingeniería e Iplan Movilidad, concluyeron que hay un bajo uso de la bicicleta como transporte, exceso de uso del vehículo privado, elevado paso de tráfico pesado, poca espacio para el peatón, falta de intercambiadores de transporte que permitan reducir la utilización del coche y una elevada ocupación de las plazas de aparcamiento en la capital municipal. El documento destaca, como aspecto positivo, que el Concello tiene un transporte público “potente” que fue implantado en 2019 y que continúa con su mejora del servicio.