El conflicto sobre la supresión del peaje de Pastoriza y la construcción de la conocida cuarta ronda, el vial previsto para conectar el actual acceso a Langosteira con la tercera ronda (AC-14), ya está en manos del Tribunal Supremo. El Concello de Arteixo presentó en la jornada de ayer el recurso contra la sentencia de diciembre emitida por la Audiencia Nacional y que desestimó la petición del Gobierno local de anular el proyecto del Ministerio de Transportes y que se optase por eliminar el pago en la autopista.

Los jueces entendían en el fallo ahora recurrido que “no existe obligación alguna de ajustar la actuación administrativa a los criterios expuestos por los interesados en sus escritos de alegaciones” y razonaban que “a la Administración compete examinar y valorar las diversas” reclamaciones y dar “una respuesta coherente y razonada y explicar el porqué de su decisión”, lo cual consideraba hecho.

En el escrito que presentó ayer el equipo de abogados contratados por el Gobierno local de Arteixo, Calixto Escariz, se pide la nulidad de la sentencia. El objetivo del Ejecutivo local es lograr la anulación del proyecto de la cuarta ronda y que el Gobierno central destine esos fondos a la supresión del peaje de Pastoriza, en la AG-55, por entender que sería más económico y que tendría un menor impacto ambiental.

Ahora el tribunal debe decidir si acepta a trámite el recurso de casación, en el que se alega que de no ser revocado el fallo anterior “se establecería una doctrina jurisprudencial que sería gravemente dañosa para los intereses generales en lo relativo al desarrollo del análisis de alternativas en los estudios informativos de carretera, a la valoración dentro de tal selección, de los principios de colaboración administrativa, sostenibilidad económica y presupuestaria y al contenido de los estudios de impacto ambiental”. También se señala que la sentencia de la Audiencia Nacional “podría afectar”, de consolidarse, a “un número indeterminado de supuestos que pueden suscitarse en todo el estado con respecto a la aprobación” de estudios informativos de carreteras estatales, “legitimando que se puede proceder a una incorrecta y artificiosa selección de alternativas y obviando la toma en consideración de principios básicos de economía sostenible y contando con estudios de impacto ambiental que no cumplan con los requisitos legalmente exigidos”.

El recurso presentado señala que el proyecto de la cuarta ronda no cuenta con un “análisis de las interacciones ecológicas del proyecto ni estudio comparativo de la situación ambiental actual con la proyectada”.

Este conflicto judicial instado por el Concello de Arteixo llega al Tribunal Supremo después de que la Audiencia Nacional viese en orden la tramitación del proyecto de la cuarta ronda. “Es suficiente con examinar el expediente administrativo para comprobar que no solo se respetó dicho trámite, sino que también se materializó y documentó la valoración de las alegaciones presentadas por los interesados. De manera que la selección de la alternativa que se ha considerado más recomendable, entre las distintas alternativas estudiadas, no está desprovista de fundamentación técnica”, afirmaban los jueces en el fallo, que se dio a conocer en el pasado mes de diciembre.

Hace más de un año, la Consellería de Infraestruturas y el Gobierno local arteixano remitieron un borrador de convenio al Ministerio de Transportes (entonces denominado Fomento) y a la Audiencia Nacional para lograr la eliminación del pago en la vía de alta capacidad. Ahora queda en papel mojado por el momento, ya que ni los jueces ni el departamento estatal la han aceptado. El convenio propuesto supondría que el tramo de la autopista entre A Coruña y Arteixo, un vial de titularidad autonómica, pasase a manos del departamento estatal, que debería abonar una indemnización de 19 millones de euros a la concesionaria, Autoestradas de Galicia. También implicaría la renuncia a la cuarta ronda, una infraestructura con mayor coste.

La conocida como cuarta ronda es la prolongación del actual acceso al puerto de Langosteira, aunque el PP coruñés la bautizó como la cuarta ronda en 2014. Se trata de un vial de 2,9 kilómetros de longitud que se desarrollará mediante una carretera convencional y que partirá de la actual autovía de acceso a la dársena y que llegaría al cruce de la tercera ronda en As Rañas. Su coste estará entre los 27 y 32 millones de euros, según los cálculos del Ministerio de Transportes. Esta infraestructura es defendida por el Gobierno local de A Coruña y los empresarios polígonos industriales de la ciudad, que consideran que será beneficiosa.