“Pastoriza es donde me siento más a gusto”, asegura Loris Benito Souto, un futbolista que milita actualmente en el Girondins de Burdeos, en la primera categoría del fútbol francés, la Ligue 1. Nació en Suiza, pero parte de sus raíces están situadas en esta localidad de Arteixo, que conoce bien porque pasó muchos veranos y navidades allí con sus parientes. Allí todavía conserva a su abuela, Claudina Velo, a la que no ha podido ver en los últimos meses por culpa del COVID. Este jugador es uno de los muchos hijos de emigrantes gallegos que tuvieron que marcharse al país helvético el siglo pasado para encontrar trabajo.

Loris Benito nació en la ciudad suiza de Aarau, al norte del país, en 1992. Hasta aproximadamente los 15 años viajó con bastante frecuencia a Pastoriza, a la casa de sus abuelos, que precisamente se encuentra no muy lejos del nuevo campo de fútbol. Este jugador relata que allí tiene “amigos” y conoce a los “amigos de la familia”, con los que intenta mantener contacto. Asegura tener muy buenos recuerdos de sus estancias allí. A veces también realizaba algún viaje, como podía ser a la Torre de Hércules o a Fisterra, según recuerda al ser preguntado por esta etapa de su vida. Pero con el paso del tiempo su actividad futbolística le requirió más tiempo y dedicación y ya no pudo volver a Pastoriza tanto como quisiese.

Actualmente lleva unos cuatro años sin pisar Pastoriza. Acudió por última vez al entierro de su abuelo. En los últimos años la que viajaba a Suiza era su abuela.

Juega de lateral zurdo y ha militado en el F. C. Aarau, F. C. Zürich, Benfica, Young Boys y ahora lo hace en el Girondins de Burdeos. Con el penúltimo club incluso llegó a jugar la fase de grupos de la Champions League. Lo hizo en 2018. Los rivales fueron la Juventus, Manchester United y Valencia. Recuerda que al principio estaban “nerviosos” porque era la primera vez que el equipo se clasificaba para la fase de grupo en el formato actual de la competición, aunque indica que “cada partido” era “un éxito” y el equipo lo hizo muy bien.

El libro 100 anos de fútbol en Arteixo e A Laracha, del escritor e historiador arteixano Xabier Maceiras, que saldrá a la venta después del verano recoge que este jugador tiene el honor de ser la primera persona vinculada con Arteixo en disputar el formato actual de competiciones europeas (lo hizo con el Benfica en 2014, aunque en aquella etapa apenas jugó y decidió marcharse a Suiza para poder tener minutos y poder jugar con la selección de su suiza). Antes ya lo había hecho Arsenio Iglesias, aunque lo hizo con el Sevilla en el sistema antiguo.

Loris Benito, de pequeño en la playa de Riazor, en A Coruña. | // L. BENITO

Ahora Loris Benito juega en el Girondins de Burdeos, donde recaló la temporada pasada. Allí le tocó vivir el estallido de la pandemia del COVID. Este futbolista explica que Francia fue uno de los pocos sitios donde “dieron por finalizada” la temporada en marzo. Esta campaña se ha podido jugar, pero con ciertas medidas de seguridad para intentar evitar contagios. Este lateral zurdo señala que el equipo ha vivido en las últimas semanas la “mejor fase” del campeonato desde que aterrizó en Burdeos. Antes había vivido una fase “un poco inestable” . El conjunto francés afrontará hoy un partido complicado contra el líder, del campeonato el Lille. El pasado viernes tuvo otro encuentro contra el Olympique de Lyon (segundo clasificado), que se saldó con una derrota por 2-1. Loris asegura que el entrenador tiene “mucha confianza” puesta en él. Ha jugado buena parte de los partidos de esta temporada.

De Pastoriza a Suiza

La familia de Loris Benito, por parte de madre, emigra de Pastoriza a Suiza el siglo pasado. Su abuela, Claudina Velo, deja atrás España en 1969 para trabajar en una fábrica de puros. Allí permaneció durante más de 20 años. “Marché por trabajo. Aquí no había solución”, relata. Se fue cuando logró un contrato de trabajo por unos meses. Antes de tomar esta decisión de abandonar su tierra, como tantos gallegos en esos años, era ama de casa.

Sus cuatro hijos, que se habían quedado con sus abuelos, también se trasladaron al país helvético en cuanto terminaron sus estudios en el colegio. Allí se quedaron. En cambio, Claudina, según detalla, se vio obligada a dejar su trabajo para cuidar a sus padres. Regresó a Pastoriza de forma definitiva en 1993. Ahora vive en su casa familiar. Su hijos siguieron en el país helvético y allí ya tuvieron a sus descendientes, como es el caso de Loris Benito.

Claudina afirma que no pudo volver a Suiza porque con el sueldo que tenía no le daba para vivir allí porque la vida es “muy cara” allí debido a los altos precios de las viviendas y en Arteixo vive en la casa familiar. Sobre sus descendientes, asegura sentirse muy “orgullosa”.