El Concello de Bergondo acaba de presentar en la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda alegaciones a la solicitud del propietario de Villa Julia, ahora Valdeameno, de incluir un ejemplar de la especie Magnolia Soulangiana, que limitan con el cierre de la finca en el Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia, al considerar que el informe del demandante no responde a la realidad ni se adecúa a los criterios del catálogo.

El Ejecutivo municipal (PSOE- Alternativa dos Veciños) sospecha que la solicitud de catalogación del magnolio es solo una maniobra del propietario para obstaculizar la expropiación de terrenos de la finca para ampliar la vía y eliminar un punto negro para la circulación. La Diputación, que ha encargado un proyecto para intentar ampliar esta vía provincial tras el intento fracasado de hace casi dos décadas por las limitaciones de Patrimonio, avanza que también presentará alegaciones a la catalogación del magnolio y que irán en la línea de las del Concello bergondés.

Como ya informó este diario, los ejemplares se sitúan pegados al muro que se pretende expropiar y el propietario, aunque destaca la singularidad de los tres, plantea la catalogación en concreto de uno de ellos. El Gobierno local expresa en un comunicado su “extrañeza” por el hecho de que se realice la petición poco después de que la Diputación encargase un nuevo proyecto. “Nos llama poderosamente la atención que el propietario esperase justo hasta ahora para presentar la candidatura de un árbol supuestamente tan sobresaliente”, ironiza el Ejecutivo. Apunta además a la necesidad imperiosa de ensancha la vía en este tramo de San Paio en el que se han producido varios accidentes de gravedad. “Estamos hablando de una obra urgente de mejora de la seguridad viaria, que debería ser la cuestión prioritaria”, inciden desde el Concello.

En sus alegaciones, el Ayuntamiento intenta desmontar uno por uno los argumentos del demandante, que apela a la rareza de los ejemplares, su edad, sus características y también a la notoriedad del espacio en el que se ubican. En un escrito de 28 páginas, en base a un informe de un ingeniero técnico agrícola, concluyen que ninguno de magnolios de la finca puede considerarse singular. Se trata, afirma, de “ejemplares comunes en el entorno, con una antigüedad inferior a los cincuenta años, que no se ubican en un espacio ajardinado notorio y que no poseen las características de los árboles incluidos en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras.