El Juzgado de Instrucción número 6 de A Coruña ha ordenado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para tres hombres por robos a traficantes de drogas. La jueza les imputa los delitos de robo con violencia, pertenencia a grupo criminal y detención ilegal después de una investigación dirigida por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cambre, en la que se realizaron intervenciones telefónicas para esclarecer lo ocurrido e identificar a los implicados. El Instituto Armado destaca que en esta operación, bautizada como Dawisan, ha quedado desarticulado "un peligroso grupo criminal" dedicado a robos con violencia.

Los hechos ocurrieron en una vivienda de Santa Cristina, en el ayuntamiento de Oleiros, y en un aparcamiento de Eirís, en A Coruña. El pasado 6 de noviembre, los tres detenidos contaron con la participación de otras tres personas que ejercieron de enlaces. En la vivienda de Santa Cristina, los tres juzgados lograron entrar porque acudieron a casa de la víctima con un hombre al que conocía y que había contraído una deuda con él, por lo que el habitante de la casa creyó que le timbraba para pagarle lo que le debía y le abrió la puerta.

Los cuatro varones accedieron entonces al domicilio y allí le agredieron y llegaron a atarlo a una silla con cinta americana y un cable mientras le golpeaban, relata el auto judicial. Permanecieron unos treinta minutos en la vivienda y en ella se apoderaron de 8.000 euros en metálico y dos móviles, además de ocasionar desperfectos. La víctima denunció los hechos, que según el juzgado son constitutivos de un presunto delito de robo con violencia y delito de lesiones, y recibió asistencia médica, tras la cual se efectuó un parte médico que describe lesiones coincidentes con los hechos relatados por la víctima en su denuncia.

Los investigadores lograron localizar a los colaboradores, que identificaron a los participantes activos. Se acordó entonces la intervención telefónica de dos líneas relacionadas con los varones que habrían participado en los hechos, relata el auto judicial. Estas intervenciones de teléfonos permitieron localizar a uno de los implicados y recabar “datos objetivos” de relaciones entre ellos y de “la naturaleza de sus actividades”, como averiguar que la función de uno de ellos era la de “proporcionar víctimas, haciéndoles creer que les facilitaría el contacto con posibles compradores de sustancias estupefacientes, compradores de ‘total confianza’”. Además, se detectaron contactos en los que se planeaba realizar vuelcosrobos a vendedores de drogas—.

Además de este robo con agresión, los acusados habrían citado a otro traficante en un aparcamiento de Eirís, en A Coruña, y le habrían agredido y robado dinero y su coche, tras llevarlo a un monte en una furgoneta y dejarlo después abandonado en el polígono coruñés de A Grela, detalla el juzgado en el auto por el que ordena prisión.

Los tres acusados fueron identificados en Sada. Uno de ellos intentó huir una vez detenido. El auto que ordena el ingreso en prisión provisional prevé su impugnación a través de un recurso de reforma y subsidiario de apelación.

La Guardia Civil aclara en un comunicado que, fruto de la operación Dawisan en la que fueron detenidos los tres procesados, en total fueron detenidos seis hombres de nacionalidad colombiana, brasileña, dominicana, venezolana y española, la mayoría con antecedentes por hechos similares.

OPERACIÓN 'DAWISAN'

La mencionada operación se inició en el mes de noviembre del año pasado, tras la interposición de una denuncia en las dependencias oficiales de la Guardia Civil del Puesto Principal de Oleiros. En la misma el denunciante comunicaba que cuatro individuos lo habían asaltado cuando se encontraba en su domicilio en Santa Cristina, maniatándolo, amordazándolo, agrediendo de forma violenta, bajo la amenaza de que si no les entregaba todo el dinero que había en el domicilio la situación iría a peor. Tras haber aguantado aproximadamente media hora sometido a golpes y amenazas constantes, el denunciante accedió a la petición de los Casaltantes y les indicó en donde estaba el dinero, sustrayéndole una cantidad aproximada de 8.000 euros.

La Guardia Civil investigó los hechos en aras de constatar su veracidad y la identificación de los asaltantes en su caso. La descripción física de los presuntos autores, no aportaba nada relevante, pues su complexión y resto de rasgos característicos eran de lo más comunes, no así su acento, afirmando la víctima que alguno podría ser originario de algún país latinoamericano. En el transcurso de la investigación la Guardia Civil logró la identificación de un joven de nacionalidad brasileña que habría realizado las funciones de “conseguidor”, ubicando a los asaltantes el domicilio y franqueando la entrada al mismo. Resultaron llamativas las extremas medidas de seguridad empleadas por los autores, pues la comunicación con este “conseguidor” no se realizó de forma directa, sino a través de varios escalones intermedios, con lo que se aseguraban, que aún en el caso de que la investigación consiguiese identificar a alguna de estas personas interpuestas, resultase muy difícil llegar hasta los autores materiales del delito.

Según informa la Guardia Civil, "el día a día de estos individuos, no difería mucho del de cualquier otra persona, ya que todos ellos desempeñaban alguna actividad remunerada sin especialización, no levantando sospechas acerca de la actividad criminal a la que se dedicaban de forma habitual, al encontrarse perfectamente integrados en la sociedad, dificultando extremadamente el desarrollo de la investigación". La Guardia Civil logró descubrir progresivamente esta estructura criminal, averiguando sus identidades, procediendo durante explotación de la primera fase de esta operación a la detención de tres personas relacionadas con el hecho denunciado.

El Instituto Armado destaca que los integrantes de este grupo criminal mostraban, durante los episodios violentos, "un absoluto desprecio por la integridad física de sus víctimas, que solían ser personas vinculadas de una u otra manera con el mundo criminal, conocido en el argot policial como vuelcos". Con el avance la investigación, la Guardia Civil tuvo conocimiento de los planes para secuestrar a un individuo, con motivo de una deuda que tenía pendiente, desplazarlo hasta un piso y allí torturarlo hasta que saldase la misma. Unos días antes de su detención, cometieron un nuevo episodio violento, al haberse citado con un individuo, al cual, tras introducirlo por la fuerza en el maletero de un vehículo, lo trasladaron hasta una zona forestal, lugar donde le propinaron una brutal paliza, dejándole abandonado en el monte y sustrayendo su vehículo y los efectos que portaba.

En la mañana del 22 de febrero, la Guardia Civil culminó la operación con la detención de los tres integrantes más violentos y peligrosos del grupo criminal investigado, uno de los cuales, intentó fugarse en el momento del traslado a las dependencias oficiales, impidiéndolo la rápida actuación de los agentes que lo custodiaban. La investigación fue tutelada y dirigida por la Magistrada Juez del Juzgado de Instrucción número 6 de A Coruña, la cual acordó el ingreso en prisión provisional sin fianza para estos tres detenidos a los que se les imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con violencia, detención ilegal y lesiones.