Los diputados Mercedes Queixas y Luís Bará con ediles del BNG y vecinos de Aranga en Monte do Gato. | // LA OPINIÓN

La previsión de construir seis parques eólicos en un radio de menos de cinco kilómetros en Monte do Gato ha disparado las alertas entre vecinos de Oza-Cesuras, Coirós y Aranga, temerosos del impacto de los cuarenta molinos proyectados en el suelo, vegetación y paisaje de un entorno de alto valor ambiental y patrimonial donde prevalecen los usos forestales, agrícolas y ganaderos. El monte ofrece además una de las vistas panorámicas más espectaculares de la comarca y los residentes alertan del impacto paisajístico de los aerogeneradores previstos.

Los proyectos Felga, Seselle, Feás, Gato, Penas Boas y Fontella, que promueven las empresas Greenalia y Galenergy, se someten de forma escalonada al procedimiento de evaluación ambiental. Los primeros en publicarse han recibido alegaciones de la Reserva de Biosfera As Mariñas-Terras do Mandeo, partidos como el BNG y vecinos, entre ellos, la bióloga Mónica Fernández-Aceytuno, residente en Oza-Cesuras, que alertó del impacto ambiental y patrimonial y denunció la omisión de dos mámoas ubicadas muy cerca de uno de los aerogeneradores del parque Felga, un extremo que fue admitido posteriormente por Greenalia, que se vio en la obligación de ampliar el informe arqueológico.

La tramitación fragmentada de los seis parques en un radio de menos de cinco kilómetros alrededor de Monte do Gato fue denunciada también por esta residente de Oza-Cesuras, al igual que por el BNG, que instó en el Parlamento a forzar una evaluación conjunta para poder medir correctamente el impacto real de estos parques que, inciden, comparten accesos e incluso instalaciones.

Representantes de la comunidad del monte vecinal de Fervenzas se manifestaron ayer en el mismo sentido en un encuentro con el BNG de As Mariñas al que asistieron los diputados Luís Bará y Mercedes Queixas. “Nos dijeron que iban a ser nueve molinos y 70.000 euros para la comunidad y nos coló. Nos estaban dando un caramelo, pero nos vimos la dimensión real de los parques”, denunció ayer la secretaria del monte vecinal, que avanzó su intención de mantener reuniones con los vecinos afectados y los ayuntamientos para intentar crear un frente común: “No sé cómo pueden hacerse así las cosas y pasar todos los filtros, los proyectos no dicen la verdad”, lamentaba ayer esta vecina, que alerta de omisiones y que echa en falta un examen real de la afección de unos aerogeneradores que llevan aparejadas un cambio en los usos de suelo en un perímetro importante que pasará a ser considerado suelo de protección de infraestructuras, lo que podría acarrear importantes limitaciones en el futuro, un punto en el que hizo hincapié el diputado Luís Bará.

Denuncian que los parques eólicos se proyectan en un entorno de alto valor ecológico, con presencia de hábitats de interés comunitario, varios de ellos prioritarios y que afectan también a las Brañas do Deo, un enclave propuesto en la ampliación de la Rede Natura. Los eólicos están proyectados en la zona tampón de la Reserva de Biosfera As Mariñas Terras do Mandeo que ha presentado alegaciones a algunos de los proyectos para demandar mejoras en la integración de los aerogeneradores, según informó ayer un portavoz del organismo a este medio.

Las empresas admiten cierta afección al entorno natural y patrimonial de Monte do Gato, pero afirman que se han tomado precauciones para minimizar el impacto al mínimo y evitar efectos en las zonas ambientalmente más sensibles. Greenalia se ha comprometido además a elaborar un “plan de rentabilización de la necrópolis de Monte do Gato”.

Sus argumentos no convencen a la bióloga Mónica Fernández-Aceytuno, una apasionada de este enclave que presentó ya alegaciones por la omisión de dos mámoas y que ha denunciado también en la Dirección Xeral do Patrimonio que los proyectos Felga y Gato omite la presencia de un Bien de Interés Cultural catalogado en el plan general de Aranga, el castillo o torre Teodomiro, del año 551, y que el catálogo de patrimonio sitúa en las proximidades de la zona proyectada de acopio de materiales del parque Gato : “Aquí puede haber vestigios de lo que se considera el primer reino europeo bárbaro que se establece en Galicia. No debería permitirse hacer nada hasta que se haga una prospección en profundidad. Me parece increíble que se hagan las cosas así”, denuncia esta vecina, que incide en el potencial natural, patrimonial y turístico de Monte do Gato, que defiende que debería preservarse como un “parque natural de interés arqueológico”.