La Consellería de Medio Ambiente exime a Terminales Marítimos de Galicia (TMGA) de someter a evaluación de impacto ambiental ordinaria el plan para construir una nave de residuos peligrosos en punta Langosteira al entender que no son previsibles efectos significativos sobre el medio ambiente, aunque pone una serie de condiciones para minimizar su impacto y medidas para evitar fugas y derrames.

Como ya informó este diario, TMGA proyecta la construcción de una nave de 2.500 metros cuadrados para el almacenamiento de residuos peligrosos en las instalaciones de Langosteira, adosada a la nave de la que dispone la empresa. Los residuos para los que estaría preparada la instalación son polvo, cenizas y polvo de caldera, residuos sólidos de tratamiento de gases, amianto, tierras contaminadas, lodos de depuradora y residuos estabilizados. Dichos residuos se almacenarán apilados en grandes bolsas (big bags) en una nave del puerto exterior coruñés.

Desde esta instalación, la actividad se centraría en la descarga, almacenamiento y expedición de los residuos a través de transporte asociado a traslados transfronterizos realizados por terceros, desde un tercer país a Galicia al amparo de la normativa europea.

La Xunta da luz verde a su construcción, pero ordena a la empresa realizar un análisis del riesgo de arrastre de materiales o vertidos accidentales y aplicar las medidas preventivas necesarias para evitar fugas o derrames al dominio público hidráulico. Con el objeto de proteger el suelo y las infraestructuras, Medio Ambiente demanda también la instalación de canalizaciones conectadas a sistemas de tratamiento de aguas residuales y pluviales; un análisis detallado de los posibles riesgos climáticos en el entorno para garantizar un correcto funcionamiento de las instalaciones en caso de lluvias o temporales; un mantenimiento periódico de los sistemas de tratamiento de las aguas residuales o un correcto sistema de segregación de las aguas de escorrentía procedentes del exterior de la nave de las que discurren en el interior. La Xunta demanda también un estudio que contenga una estimación de los datos de producción de residuos derivados de la fase de construcción y explotación y un programa de vigilancia y seguimiento ambiental.

La empresa informó a la Autoridad Portuaria que, a corto plazo, no tienen previsión de desarrollar la gestión de residuos, sino que ha solicitado la autorización ambiental para poder desarrollar esta posible actividad en un futuro, “con todas las garantías de seguridad”.