Mientras casi toda la comarca de A Coruña disfrutó ayer del primer día del levantamiento del cierre perimetral, Arteixo vivió el inicio de la limitación de la movilidad al estar en un nivel mayor de incidencia de COVID. Esto provocó que la Guardia Civil, Policía Local y Policía Autonómica se tuvieran que coordinar para controlar los accesos al municipio.

Por la mañana fue la Benemérita la que se encargó de realizar los dispositivos de vigilancia, que se hicieron en la zona del límite con A Coruña. Por la tarde fue el turno de los agentes municipales. Estos últimos se ubicaron en la carretera AC-552 junto a Paiosaco y en la DP-514 en el límite con el núcleo de Xermaña, en las proximidades de Caión. También se situaron en la zona de Uxes.

Junto a Arteixo, los municipios de Miño, Ponteceso y Sobrado también permanecen bajo un cierre perimetral por estar situado en el nivel alto de riesgo.