“Una buena oportunidad de inversión”. Así anuncia Ingestin Real State la venta como solar del edificio ilegal e inacabado Mandeo 50, que lleva años en un limbo urbanístico. La inmobiliaria oferta este malogrado inmueble de Betanzos en una campaña especial de venta de suelo por 427.800 euros.

Hasta la fecha no había trascendido el precio, solamente que Mandeo 50 formaba parte de los activos en venta de Aliseda Inmobiliaria, la plataforma inmobiliaria controlada por Blackstone (51%) y Banco Santander, tal y como informó este diario a finales de 2019.

En su anuncio, Ingestin detalla que el edificio cuenta con una superficie de 1.456 metros cuadrados y una edificabilidad de 4.203 metros cuadrados. Dispone de 41 viviendas, 109 trasteros y 83 plazas de garaje en construcción (al 35 %). La inmobiliaria admite la existencia de ciertos problemas de índole legal. Apunta que la licencia de obras fue concedida en 2005 y que dos años después, en 2007, la promotora obtuvo permiso para legalizar dos plantas sótano. “La edificación ejecutada no se ajusta completamente a la licencia de obras por lo que existen varias órdenes de paralización del Ayuntamiento de Betanzos”, advierte la inmobiliaria en su anuncio.

Según informó el Concello cuando ordenó paralizar los trabajos, la promotora había construido cinco plantas de sótano a pesar de que la licencia solo permitía tres. La segunda planta y el ático también tenían más superficie de la autorizada, concluyeron los técnicos municipales. Sucesivos gobiernos locales intentaron durante años negociar una solución para regularizar este edificio, con un importante impacto visual en el entorno del río, cuyas irregularidades motivaron también la apertura de un expediente por parte de la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística . El anterior Ejecutivo municipal confiaba en que el banco legalizase la edificación y la adaptase al proyecto técnico redactado por el Concello de forma subsidiaria, pero no fue así. El plan general, que finalmente quedó sobre la mesa, dejaba finalmente este edificio fuera de ordenación.

El abandono agravó los problemas de este inmueble. La parte trasera, que da al río, registró importantes desperfectos que llevaron a los vecinos a reclamar medidas ante el riesgo de desprendimientos. El Mandeo 50 recibió también en los últimos años las visitas de jóvenes que vieron en este edificio abandonado el enclave perfecto para celebrar botellón a resguardo, unas incursiones que llevaron al Concello a reclamar que se tapiasen los accesos.