Caión es una localidad que pertenece al concello de A Laracha y que está situada en una pequeña península, lo que convierte este lugar en un enclave privilegiado que atrae a los turistas. Cuando el tiempo acompaña su paseo marítimo está atestado de caminantes o de personas que toman alguna consumición en las terrazas. Sin embargo, en invierno sus calles se vacían. El principal problema que afronta este núcleo urbano es que su población regular no para de reducirse. En el año 2000 había empadronados 976 habitantes en la parroquia y en 2020 esta cifra ya había caído hasta los 808, según los datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto supone un descenso aproximado de un 18%.

Para encontrar un año en el que la población de Caión aumentase hay que remontarse hasta 2014. Desde entonces la reducción ha sido continua. La situación es complicada porque el problema que hay es que hay poca gente joven que viva en este núcleo larachés. El presidente del Club do Mar de Caión, José Manuel Gómez Raposo, relata que en el equipo de fútbol no tiene ningún jugador “del pueblo”. Son todos de fuera. Es tal la situación que es imposible montar ningún equipo de categorías inferiores. “No hay niños”, advierte. Gómez Raposo, natural de esta localidad larachesa, asegura que “en Caión vive poca gente joven”.

El alcalde larachés, José Manuel López Varela, tiene claro que el “principal problema” es la falta de “oferta de vivienda” para atraer a nuevos residentes, ya que apenas hay suelo para construir debido a la orografía de la zona. Tampoco ayuda el precio de la que hay porque es elevado al ser una zona de “referencia turística”. Esto provoca, según explica el regidor, que la gente opte por irse a vivir a otros sitios como pueden ser las zonas de A Laracha o Paiosaco.

Plaza principal de Caión Víctor Echave

El regidor también indica que en Caión hay gente que tiene una segunda residencia, con lo que no figuran en el censo municipal. Y apunta que otra causa de la bajada de habitantes es el descenso en el número de hijos por pareja que se ha producido a nivel general.

La falta de trabajo es otro de los lastres que sufre el lugar, según relata el presidente del Club do Mar. Este enclave era un puerto pesquero, pero de esta actividad ya vive poca gente, con lo que los más jóvenes se han marchado en busca de otro modo de vida. Se han desplazado a A Laracha, Arteixo o A Coruña, zonas mucho más dinámicas y con más oportunidades.

Algo tan normal como un supermercado es imposible encontrarlo en Caión. Solo hay una panadería y una carnicería que tienen algunos productos básicos, pero poco más. Las tiendas de alimentación del lugar echaron la persiana porque sus dueños se jubilaron. La hostelería todavía aguanta, aunque ya antes de empezar la pandemia del COVID, ya habían cerrado dos bares de la plaza principal.

Paseo marítimo de Caión Víctor Echave

Conseguir dinero en efectivo en esta localidad es una misión casi imposible. La única sucursal bancaria existente, del Banco Santander, que contaba con un cajero automático, echó el cierre en el otoño de 2019. Esta situación convierte a los terminales de punto de venta (TPV) en un elemento esencial en los comercios y locales de hostelería, ya que hay clientes que muchas veces no disponen de efectivo. Los vecinos disponen de dos opciones: pueden desplazarse a otros lugares con oficina bancaria, como pueden ser A Laracha o Arteixo. Y la otra consiste en utilizar el autobús de Abanca que va todos los jueves a la localidad, en el que se pueden hacer diferentes gestiones bancarias

En cuanto a servicios públicos, esta población costera dispone de un colegio de Infantil y Primaria, un consultorio médico y un local social. En las próximas semanas dará un salto de calidad con la apertura del nuevo centro comunitario de A Costa da Morte, que dispone de amplios espacios. El núcleo dispone de una conexión diaria de autobús con la capital municipal y de entre cinco y seis para poder viajar hasta A Coruña.

Mientras esta localidad pierde población, el concello al que pertenece, A Laracha, logra tener buenos datos de población. El Gobierno local informó recientemente que superó la barrera de los 11.600 habitantes, lo que supone un incremento de 190 con respecto a la cifra registrada hace algo más de un año.