El pasado día 23 de marzo terminó el plazo para presentar ofertas al concurso de venta de suelo empresarial convocado por la Xunta en 17 polígonos industriales de toda Galicia en febrero. Uno de ellos es el de Morás, situado en Arteixo, que ha recibido cinco proposiciones de empresas para hacerse con la propiedad de cinco de las 34 parcelas que salieron a subasta pública, según detalla la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, a la que está adscrito Xestur, organismo que realiza este concurso. Es la primera venta que se realiza tras hacerse pública la compra por parte de Hijos de Rivera, propietaria de Estrella Galicia, de casi medio millón de metros cuadrados en el parque empresarial, lo que equivale a la mitad de la superficie útil de esta zona industrial.

La superficie demandada en el polígono por las cinco empresas es de 18.483 metros cuadrados, lo que supone “la mayor extensión de suelo solicitada en todas las áreas empresariales incluidas en la oferta de 2021 de Xestur para toda Galicia”, según indica Medio Ambiente. El solar con el precio más económico costaba 184.239 euros y el más caro, 1.215.559 euros, incluidas las bonificaciones en el precio. Todos los terrenos que salieron a la venta tienen un uso industrial-terciario y los interesados podían optar a una bonificación máxima de un 30%.

Una vez recibidas las cinco ofertas para comprar en el polígono arteixano, Xestur deberá comprobar que toda la documentación esté correcta y proceder a la adjudicación de los correspondientes solares. Después se abrirá un procedimiento de adjudicación directa, en el que podrían aparecer nuevos interesados para adquirir suelo en Morás.

La comercialización de las parcelas del parque empresarial alcanzaba ya el 68,5% de la superficie disponible antes de estas ventas, ya que, a las adquisiciones de grandes extensiones de suelo efectuadas por Estrella Galicia y Aluman, se suman las realizadas por veinte empresas de menores dimensiones que compraron 80.000 metros cuadrados.

La Xunta también asegura que “en el marco de las medidas que prevé impulsar el Instituto Galego da Vivenda e Solo para favorecer el desarrollo de suelo industrial y la implantación de empresas en Galicia, el polígono de Morás es uno de los ocho ámbitos identificados” por el Ejecutivo autonómico como “área empresarial estratégica”. Esta clasificación, según afirma Medio Ambiente, está justificada porque cumple los requisitos de “tener suelo urbanizado” o “de rápida urbanización con conexión directa a través de las arterias principales de comunicación”, y está emplazado “en las proximidades de las grandes áreas de actividad”.

El concurso de suelo, que se inició en el mes de febrero, incluyó novedades para adaptarse a la pandemia. De esta manera, las empresas a las que se adjudique suelo en la modalidad de compraventa podrán solicitar una prórroga para proceder a la escrituración del suelo adjudicado. En concursos anteriores el plazo era de solo un mes desde la adjudicación.

El lento arranque de Morás

El inicio de la construcción del polígono de Morás, la mayor bolsa de suelo industrial del norte de Galicia, ya ha cumplido doce años. La Xunta, que es la promotora de este proyecto, paralizó los trabajos en 2013 y los retomó cuatro años después. A día de hoy, ninguna empresa se ha asentado todavía en el polígono, aunque se espera que en el 2022 se empiecen a registrar movimientos. Las obras de urbanización de la primera fase ya están completamente listos. El Gobierno gallego dividió la ejecución del polígono en cuatro fases diferentes para poder ponerlo en funcionamiento “de modo gradual” y ajustado “a la demanda existente” por parte de las empresas. La última esperanza de Morás llegó de la mano de la empresa coruñesa Hijos de Rivera, que le dio un impulso. Este polígono nació a petición del Concello, en la etapa de Manuel Pose como alcalde, al haberse agotado la superficie disponible en Sabón.