Entrar y salir de Oleiros sin sufrir retenciones ya es complicado en circunstancias normales y lo será todavía más en los próximos meses, ya que la situación se complicará todavía más en la Nacional 6, vial más transitado del municipio, debido a la ejecución de dos obras. A los trabajos de la vía ártabra, en la zona limítrofe con Sada, se sumarán los del paso subterráneo del cruce de Sol y Mar, que está previsto que arranquen a lo largo de este mes (hasta ahora solo se desarrollaban las labores previas).

El alcalde oleirense, Ángel García Seoane, confirmó la pasada semana que en el caso de Sol y Mar lo último que le notificó el Gobierno central es que “en este mes van a dar comienzo las obras” tras varios meses sin actividad visible en la zona. En diciembre se realizó el acto de inicio de la actuación, pero hasta ahora solo se ha realizado la inspección de viviendas para el protocolo de grietas y la revisión de las redes de servicio de la zona. El regidor advirtió, eso sí, que en caso de que los obreros no inicien la obra “ya habría que hacer una movida grande porque ya sería un insulto”.

En la obra de la vía ártabra, el movimiento de maquinaria y obreros se ha intensificado de forma notable desde hace algunas semanas en el entorno de la Nacional 6 a su paso por las proximidades de Iñás y del polígono de Coiro. En este punto será ejecutado un nudo a tres niveles. A media altura se situará una rotonda que permitirá los movimientos entre la nueva carretera y la existente. En la parte superior será instalado un viaducto de cuatro carriles que canalizará el tráfico de la N-6.

La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, que ejecuta esta actuación, prevé que el próximo año esté en servicio, aunque este plazo estará condicionado a que el Ministerio de Transportes autorice la conexión con la autopista.