Con ocho hectolitros de pis de culebra y 258 miligramos de ojos de sapo tienes una poción con la que puedes paralizar a alguien con tu mirada durante tres minutos. Pero si mezclas mil kilos de intestino de ballena y un poco de hígado de rata tienes un brebaje que dejará confundido a alguien durante cinco minutos. Son recetas infalibles de La Cocina de Brujilda, uno de los cuatro juegos de mesa que han creado alumnos de quinto de Primaria del colegio Isidro Parga Pondal de Santa Cruz en Oleiros, dirigidos por la profesora Alicia Tojeiro, en colaboración con la diseñadora de juegos Ana Rodríguez de Crecer Creando y Juan Ramos de Anhida, la Asociación de Niños con Déficit de Atención con/sin Hiperactividad (TDAH).

“Hemos creado cuatro juegos de mesa para desarrollar las funciones ejecutivas del cerebro, demostrando que se puede pensar más y mejor jugando. Estos juegos se dirigen a desarrollar sobre todo cuatro funciones: gestión de tiempo, establecimiento de metas, organización y planificación y flexibilidad cognitiva”, explica la docente Alicia Tojeiro.

Alumnos preparando los juegos

Juan Ramos, profesor y formador en Anhida, dio charlas a estos alumnos de diez años por videoconferencia sobre cómo funciona el cerebro y les hizo juegos on line relacionados con hábitos de estudio, planificación, hacer un esquema, establecer una meta. Los niños, en las clases de Lengua, inventaron leyendas, monstruos, brujas y dragones, y después Ana Rodríguez, experta en desarrollar juegos, hizo el diseño y les orientó para que fuesen más atractivos a la lectura. Ya están disponibles los cuatro para su descarga gratuita a través de la web crecercreando.org, para poder aprender contenidos en el aula.

Este trabajo se ha convertido así en un APS, aprendizaje y servicio, una propuesta docente y de investigación, y el pasado sábado la dieron a conocer a centros de México, Colombia, Perú, Chile y España. Estos cuatro juegos se han diseñado para trabajar cuatro funciones importantes para niños con TDAH pero en realidad son idóneos para todos en general.

Uno de los tableros de juego diseñados

“Tengo niños de 9 años que me dan mil vueltas”

Uno de los juegos inventados de esta forma, en comunidad, tiene a un astronauta como protagonista. Tiene que ir visitando planetas y en cada uno los jugadores tienen que acertar preguntas sobre el universo para conseguir una de las piezas de su traje espacial (botas, guantes), para poder llegar al Planeta 113. Otro juego es de plantas carnívoras y dragones. “La tienda de Oleiros La fresa silvestre nos dio una charla sobre las propiedades de las plantas y nos regaló varias y a partir de ahí crearon este juego”, añade Tojeiro. “Ya están terminados y subidos los cuatro juegos, que se pueden descargar e imprimir en poliéster y también en 3D. Los niños siempre están jugando, imaginando, les subestimamos mucho. Tengo niños de nueve años que ya me dan mil vueltas a mí. En estos juegos resuelven acertijos sin saber que son difíciles, trabajan con todas las capacidades. Son juegos dirigidos a esa edad, quinto de Primaria”, explica Ana Rodríguez, de Crecer Creando (que también tiene tienda física en A Coruña), experta en crear juegos matemáticos.