“Una tala salvaje” que destrozó valados y dañó caminos, realizada con una maquinaria tan pesada que dejó unas rodadas tan profundas en el terreno que cabía dentro de ellas una persona hasta la cintura. Así describió ayer el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, la situación de unos montes en la parroquia de Iñás tras una corta de arbolado.

El regidor ya anunció que se ha abierto un expediente para determinar una posible sanción por estos daños, como ha hecho el Concello en otros casos similares, al contar con una ordenanza específica de talas y regula esta actividad y tener contratada además a una empresa para vigilar cómo se llevan a cabo y si tienen la licencia municipal obligatoria.

Técnicos municipales acudieron ayer a estos terrenos de Iñás para hacer una valoración de los daños.