Hablar de Meicende es hacerlo de uno de los lugares que más rechazo puede suscitar a la hora de plantearse una ubicación para trasladarse a vivir. La proximidad de la refinería de Repsol suele ser el factor más decisivo para ni siquiera plantearse esta opción. A pesar de esto y paradójicamente, los datos del censo que recopila el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que esta localidad, que pertenece al municipio de Arteixo, tiene un 27% más de habitantes que en el año 2000, cuando tenía poco más de 3.000 y ahora está a punto de superar la barrera de los 4.000. Pero este crecimiento no es fruto de un momento puntual, sino que es continuo, ya que casi todos los años el saldo poblacional fue positivo. El precio más económico de la vivienda comparado con A Coruña y su proximidad a zonas industriales atraen a nuevos moradores.

Loly Gómez es una de esas personas que decidió mudarse a Meicende. Hace cinco años vino desde Vigo para abrir una cervecería, A Estrela. Eligió este enclave porque está “cerca de A Coruña” y hay “industria”. Precisamente para ella la refinería no es un problema, sino una oportunidad de sobrevivir, porque sus clientes en parte son trabajadores del complejo petroquímico. En su caso, vive en un piso encima de su local. Esta hostelera asegura que el “pueblo es tranquilo” y que está a un “paso de A Coruña y de Arteixo”. “A cinco minutos de cada cosa”, señala. Eso sí, recuerda que hace tiempo había más movimiento de drogas por la zona, aunque ahora afirma que la situación es mejor.

Loly Gómez, delante de su local A Estrela de Meicende. | // VÍCTOR ECHAVE

El precio más económico de la vivienda también es un factor clave para atraer a nuevos vecinos a la localidad. Es el caso de Nazario Rodríguez, un treintañero que poco antes de que el Gobierno central decretase el confinamiento del pasado año había completado la mudanza a su nuevo piso de Meicende, en las proximidades de la gasolinera. En su caso, junto con su pareja, optó por un alquiler con opción a compra. Antes había vivido en A Coruña y por motivos laborales estuvo un tiempo en Baleares. Ya mucho antes había residido en otra zona de Meicende. Relata que en su decisión fue clave el precio de la vivienda porque puede ser “un 50% más barato” que en otras zonas con “alquileres caros” como la ciudad.

Nazario afirma que está “encantado” con su vida en Meicende, ya que trabaja en Bergondo y no se tiene que “meter” en A Coruña para nada y ahorra tiempo en sus desplazamientos al no tener que sufrir las retenciones de la urbe.

Otro caso es el de Tamara Paz, que decidió trasladarse desde el pueblo de Bens hasta el núcleo de Meicende hace diez años. Destaca la facilidad para “aparcar” que tiene en la zona y que está cerca de su familia, que sigue en Bens. También asegura que “el centro de A Coruña” no le “gusta” y que desde que pusieron el autobús de la línea 6 las comunicaciones mejoraron. Hace cinco años el Concello de A Coruña, el de Arteixo y la Xunta firmaron el acuerdo que posibilitó que el transporte urbano coruñés pudiese hacer paradas en Meicende. Antes el vehículo pasaba de largo hacia Bens y los vecinos debían bajar hasta la rotonda que hay en el límite con A Coruña para poder hacer uso del bus.

Vista de la travesía principal de Meicende. | // VÍCTOR ECHAVE

El presidente de la Asociación de Vecinos San Xosé Obreiro, Orlando Bello, destaca que uno de los factores que atrae a la población es el precio más barato de la vivienda, que en otros lugares es casi imposible asumir. “Meicende está cerca de A Coruña y es más barato. Por mitad de precio comprar un piso”, asegura. Una búsqueda rápida por cualquier portal inmobiliario permite comprobar como en esta localidad hay a la venta numerosos pisos a partir de 60.000 euros para arriba. En cambio, según el dirigente vecinal, no hay tanta oferta de alquiler. “Muchos me preguntas, pero hay poco”, detalla.

La localidad se encuentra ubicada a apenas cuatro kilómetros de la plaza de Pontevedra de A Coruña y a seis, de Arteixo. Además, cuenta con bastantes servicios como tiendas de alimentación, sucursales bancarias, comercios y hostelería. Además, cuenta con una importante zona verde en el entorno del embalse, que cuenta con un paseo.

En los últimos años la zona ha ganado equipamientos públicos. El Concello ha ejecutado una plaza con pistas deportivas y una zona verde con juegos infantiles. En obras está la nueva piscina. Este recinto deportivo evitará que los vecinos se tengan que desplazar a otros zonas como la capital municipal o A Coruña. Hace cinco años también abrió sus puertas el centro social.

Un núcleo urbano que nace con la refinería

Es imposible hablar de Meicende sin pensar en la refinería de Repsol. Antes de que se construyese el completo petroquímico (fue inaugurado en 1964) la localidad no existía. Había pequeñas aldeas poco pobladas que con la llegada de la industria dieron paso a la creación de un núcleo urbano, que creció de forma importante. La planta y las casas se dispusieron en paralelo, lo que propició una de las estampas más chocantes: las chimeneas de la refinería que sobresalen por encima de los edificios residenciales. La mayor parte de las casas está a menos de 300 metros e incluso hay algunas a unos 50.

Una de esas personas que vive al lado de la planta es el alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, que explica que existe la “problemática” de que las viviendas están “cerca” de la industria, pero al mismo tiempo explica que eso es la ventaja de Meicende, que está rodeado de los polígonos de O Petón, Agrela y la refinería, y no lejos de Sabón. Calvelo explica que la localidad queda “a medio camino de todo”. Otro factor que considera que ha favorecido el crecimiento de la zona es el “precio de la vivienda”, más económico “en relación a otras zonas”.