El Concello de Miño depositó hace ya más de una semana varios montículos de residuos procedentes de la playa en una parcela municipal de Gallamonde que el anterior Gobierno local había reforestado con arbolado autóctono. Este vertido de los deshechos suscitó las quejas del grupo municipal del PP, que se plantea alertar de lo sucedido al Seprona y que apela al daño que pueden provocar los residuos a los nuevos ejemplares plantados con la colaboración de WWF España. La formación llama la atención sobre la presencia de plásticos y otros residuos contaminantes que podrían llegar además al río en caso de lluvia.

El Gobierno municipal niega que los residuos puedan provocar daños medioambientales y afirma que los montículos están compuestos en su mayor parte por restos orgánicos, como algas, que se utilizarán como abono. A consulta de este medio, el Ejecutivo sostuvo que los operarios retirarán ahora los plásticos y reutilizarán los restos de algas como compost. Apunta que se trata de un abono orgánico que favorecerá el crecimiento de los ejemplares más pequeños. El Gobierno local admite que la falta de operarios demoró los trabajos de criba de los residuos, que se realizarán en los próximos días tras el refuerzo de la plantilla.