Los vecinos de O Rañal alertan desde hace algún tiempo de la presencia de camioneros que optan por aparcar su vehículo en las proximidades de sus casas. Ruido, suciedad y maniobras peligrosas en una zona residencial. Estos son algunos de los problemas que sufren en la zona. Algunos vehículos pesados optan por esta zona ante la falta de sitio en el polígono de Sabón tras el cierre de la parcela de la báscula, que fue subastada por la Diputación. Los residentes reclaman una solución para evitar nuevos incidentes como el ocurrido en los últimos días, con un camión que tiró unas piedras de una fachada y rompió una tubería de agua, además de golpear una señal. El Plan de Movilidad Urbana Sostenible propone la creación de una “bolsa de aparcamiento” en el entorno de Sabón “orientada a turismos como a establecer una zona de aparcamiento de camiones específica para evitar que aparquen en el viario”.

La Diputación coruñesa vendió en 2018 el solar de la báscula, que se encuentra en la entrada del parque empresarial. Allí decenas de camiones aparcaban. La parcela pasó a manos privadas y quedó cerrada. Entonces, estos vehículos se quedaron sin este espacio. Al poco tiempo, empezaron a aparcar en un descampado situado entre el Burger King y la avenida de A Ponte, lo que también generó protestas por parte de los vecinos, que denunciaron la suciedad y el ruido que generaban los camioneros. El dueño del terreno procedió a cerrarlo para que nadie aparcase. Desde entonces algunos de los camiones optan por estacionar en O Rañal. Lo hacen en una zona con plazas en batería pensada para los visitantes que en verano acuden a la playa de Sabón, pero que el resto del año está vacío, con lo que no tienen problemas para dejar allí los vehículos. Allí también suelen parar algunas horas autobuses de empresas del polígono para hacer tiempo. Esta situación ha llevado a los vecinos a reclamar una solución a este problema.

Un solar cercano al Burger King con camiones, en 2018. // VÍCTOR ECHAVE

El pasado domingo, cerca de la medianoche, una de las vecinas de O Rañal, Fina Sanjurjo, escuchó un ruido. Inicialmente pensó que podrían ser las fuertes lluvias, pero salió al exterior y se encontró los destrozos en un edificio cercano. En la pared del inmueble es perfectamente visible el color rojo de la pintura del vehículo. En este punto, que es un ramal estrecho que parte de la travesía principal, algunos camioneros aprovechar para dar la vuelta.

El Concello de Arteixo, ante las quejas vecinales, explicó que “se está sancionando” a los camiones y que se ha “inmovilizado alguno” recientemente. También indicó que se “se intentará sancionar y controlar” más la zona.