El plan del Ayuntamiento de Culleredo para cubrir las vías de tren en la zona de O Burgo requerirá de la elaboración de un plan especial y costará más de lo previsto, unos tres millones de euros en total, frente a los 2,66 millones previstos. El Ayuntamiento prevé la licitación “inmediata” de la redacción del documento y estima que su elaboración y tramitación lleve unos ocho meses, salvo que se demore por los procesos que competen también a la Xunta.

El Concello contrata la redacción de un plan especial después de que el arquitecto municipal considerara que este trámite es necesario para la actuación, prevista ya en la documentación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en su aprobación inicial, en 2013. Los trabajos, sin fecha de inicio prevista por ahora, comenzarán en su primera fase por la zona de la calle Pablo Picasso, que baja hacia las vías del tren desde la rotonda que conecta la avenida de Galicia con la calle Pintor Tim Behrens y que conecta justo sobre el trazado ferroviario con la calle Colina.

La estimación de costes de tres millones de euros incluye las previsiones de gastos de la elaboración del plan especial y el proyecto total, con la ejecución de todas las actuaciones y la cubrición de todo el tramo previsto, desde la calle Pablo Picasso hasta la calle Ferrocarril.

La primera fase, en la zona de la calle Pablo Picasso, tendrá un coste de un millón y medio de euros. El Concello prevé que los fondos Edusi no resulten suficientes, por lo que sopesa destinar fondos de Next Generation a completar la financiación de estas actuaciones.

Los detalles más concretos de la obra deberán definirse en el plan especial, señala el Ayuntamiento. El estudio para la creación de una superficie transitable sobre la línea de ferrocarril de O Burgo preveía ampliar la superficie disponible para uso peatonal y de esparcimiento, con zonas verdes, un vial proyectado en el plan general y una rotonda. Planeaba ejecutar dos pórticos y un falso túnel. La actuación abarca un trecho de casi 400 metros y se impulsó al considerar que el trazado ferroviario en O Burgo supone “una barrera infranqueable a pesar de la existencia de pasos elevados, insuficientes para garantizar la calidad y continuidad del espacio público”, señaló la memoria del estudio que planteó las obras. El documento proyectaba la cubrición del trecho de vía que discurre junto al núcleo urbano de O Burgo, “densamente poblado”, y sostenía que las vías producen “escisiones funcionales y sociales que repercuten diariamente en la vida en múltiples aspectos”.