El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, y tres técnicos municipales han sido llamados a declarar por el derribo de Casa Carnicero, ejecutado el día de Fin de Año. La Fiscalía pide que comparezcan los cuatro en su denuncia en el juzgado, a donde trasladó el caso después de que la Dirección Xeral de Patrimonio denunciara que se había realizado la demolición, ordenada por el Concello, sin su autorización, preceptiva al tratarse de un inmueble protegido. Este diario intentó sin éxito durante los dos últimos días recabar la opinión del alcalde.

La oposición celebra que se investigue lo ocurrido, que el regidor tenga que dar las explicaciones que los grupos reclamaron en pleno, sin respuestas satisfactorias, sobre un derribo “que se realizó de una forma sospechosa” y “sin autorización” de Patrimonio.

El portavoz del PP, José Ángel Bonome, celebra que “por lo menos ahora el alcalde va a dar las explicaciones” que solicitó “toda la oposición en pleno”, ya que “había que poner luces” en este asunto, aunque lamenta que “una vez más el nombre del ayuntamiento de Oleiros está involucrado en actos supuestamente ilegales por parte del alcalde”. “Desde junio que hubo el incendio se podían haber tomado medidas, como aconsejaban los técnicos municipales y la Xunta, y no se hizo nada, y después el derribo se produjo en un momento y una situación un poco sospechosa”, en referencia a la fecha, el día de Fin de Año —uno de los tres días en el año en el que no se hacen periódicos— y con solo 24 horas de aviso a la Xunta.

El líder del PSOE, Jorge Pérez, recuerda que “desde la Administración municipal se había instado a los propietarios a apuntalar, asegurar y rehabilitar la casa, pero después, cuando lo adquirió el Ayuntamiento, sus responsables no hicieron aquello que predicaban”. “Podía haber llevado a cabo esas obras de forma subsidiaria en lugar de los propietarios. No lo hicieron y llevaron a cabo el derribo como lo hicieron, sin dar cuenta preceptiva ni solicitar autorización a la Administración pertinente”, apunta.

El concejal de Ciudadanos, Manuel Moinelo, recuerda también que toda la oposición se unió para pedir explicaciones y que el Concello “tuvo meses para tomar medidas, pero ejecutó el derribo de esa forma curiosa y sospechosa; notificó la demolición el día 30 y la ejecutó el 31”. Este diario no logró contactar ayer con el portavoz del BNG, Xurxo Martínez.

El Ayuntamiento derribó la casa tras resolver el 29 de diciembre de 2020 la declaración de ruina técnica y que se procediese a su demolición con autorización de Patrimonio. Sin embargo, tras una inspección en la zona se estimó que el inmueble, tras el incendio de julio y los temporales recientes, presentaba un “grave deterioro” y el día 30 el Concello declaró la “emergencia” del derribo.