El Ayuntamiento de Oleiros adjudicó el pasado jueves a López Cao las obras de reparación del castillo de Santa Cruz, después de que esta licitación estuviese cinco meses paralizada porque el Concello no había solicitado la autorización previa de la Dirección Xeral de Patrimonio, obligatoria porque es un inmueble con protección integral en el plan general además de Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1994.

Un informe de la ingeniera municipal de noviembre del año pasado fue el que alertó de que se debía paralizar la licitación al ser necesario solicitar el permiso de Patrimonio. En ese momento las empresas aspirantes al contrato, cuatro, ya habían formulado sus propuestas e iba a empezarse su valoración. El Concello había aprobado el expediente de contratación en octubre de 2020.

Tras esta advertencia de la ingeniera, el procedimiento se paró y no se reanudó hasta que la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta emitió el informe, solicitado por fin por el Ejecutivo local, el 6 de abril de este año. Dicho informe fue favorable, por lo que el Ayuntamiento levantó la suspensión de la licitación el pasado 13 de abril.

En su informe Patrimonio autoriza las intervenciones proyectadas por el Concello pero advierte que necesita presentar antes un proyecto de control y seguimiento arqueológico, no puede empezar las obras hasta aprobarlo. Además, después de que terminen los trabajos, en un plazo máximo de seis meses deberá presentar a Patrimonio la memoria final sobre todos los trabajos realizados, incluido un reportaje con fotografías a color, del antes y el después.

Una vez levantada la suspensión se reanudó la evaluación de ofertas, una empresa fue excluida por problemas en la presentación electrónica. El Concello adjudicó a López Cao el pasado jueves este contrato por 194.864 euros (IVA incluido), frente a los 197.834 con los que se licitó (apenas 3.000 euros menos). No fue la oferta más baja pero sí la que más puntuación tuvo por su oferta de trabajo: 24 puntos de un máximo de 25.

Se rehabilitará el artesonado de Pardo Bazán

La obra que acaba de adjudicar el Concello se realiza tras detectar importantes problemas de conservación del castillo, que sufre la exposición a los temporales. Tiene fisuras en el suelo y en un muro, no funciona la iluminación perimetral, el mobiliario exterior, como papeleras y bancos, está deteriorado, el videoportero no funciona, la calefacción no funciona o funciona mal y sobre todo este BIC tiene humedades y le entra agua por la fachada y la cubierta. Las obras que se acometerán incluye la limpieza de la vegetación del muro, el encintado de las piedras sueltas, recolocación de piedras de los muros, instalación de nuevos bancos y papeleras además de una barandilla. En el edificio principal se aplicará un tratamiento contra la humedad, se reparará la cubierta, las tejas y además el artesonado.

Este artesonado en la sala de exposiciones, es una de las pocas piezas que se conservan de la época de cuando habitaba el castillo José Quiroga y Emilia Pardo Bazán. Este hecho y la singularidad de la pieza, con cartón piedra que asemeja azulejos, le confieren un especial valor. Ahora el artesonado tiene partes llenas de humedad, zonas con restos de salpicaduras, suciedad, desprendimientos de elementos e incluso un posible ataque de carcoma. Su restauración, por un especialista, es por lo tanto urgente.

El castillo es sede del Ceida, organismo ambiental especializado en temas relacionados con el mar que sin embargo será trasladado a una zona de monte, al pazo de Lóngora, para dejar sitio para exponer piezas de barro. Muchos expertos de distintos países vienen a este lugar para conocer la otra morada de Pardo Bazán, más desconocida que Meirás.