Los vecinos de O Portiño de Suevos, en Arteixo, tienen sus viviendas situadas a escasos metros del puerto exterior de Langosteira. Esto les ha generado importantes molestias durante los últimos años. Tuvieron que sufrir la construcción del nuevo recinto durante años, después llegó el acceso viario y ahora ha empezado la ejecución del poliducto de Repsol. La siguiente actuación será el enlace ferroviario, que también discurrirá por el entorno. Los residentes denuncian que sufren todas las molestias, pero que no se mejoran los servicios de la zona. “En Suevos estamos abandonados, somos ciudadanos, pero no tenemos servicios”, advierte Juan Fuentes, que lleva casi tres decenios con una casa allí.

Los vecinos demandan la ejecución de mejoras en los equipamientos, como puede ser la construcción de la red de abastecimiento y saneamiento, y la prometida legalización del núcleo rural, que es esperada desde hace muchos años. El presidente de la la asociación de vecinos San Pancracio del Portiño de Suevos, Pablo Balsa, afirma que “no se está invirtiendo, llevamos callados mucho tiempo”. “Se nos deben mejorar para vivir dignamente. Esto es un pueblo”, asegura. Además de mejoras en la red de agua, demanda la colocación de señales de limitación de velocidad debido a que la zona es muy transitada, especialmente en verano.

Otra de las residentes, Isabel Peña, reclama mejoras y se muestra harta de promesas vacías de los políticos. “Tenemos los mismos derechos que los demás”, señala. Los habitantes de O Portiño de Suevos han decidido protestar tras ver el inicio de las obras del poliducto de Repsol, que realiza Sacyr, y ver cómo las mejoras del entorno siguen sin ejecutarse tras años de promesas.

El alcalde, Carlos Calvelo, explica que lo “más importante” para los vecinos es “conseguir la legalización del núcleo”, lo que permitiría la realización de mejoras. “Sin legalización no se puede dotar de infraestructuras, las casas están fuera del amparo normativo”, indica. También afirma que lograr aprobar la regularización del asentamiento sería un “logro histórico” que pondría fin a años de incertidumbre.

El Gobierno local intentó acogerse al cambio legal de 2013 para legalizar los núcleos de viviendas de O Porto (Sorrizo), A Sartaña (Chamín), O Campo (Barrañán), A Ponte (Barrañán) y O Portiño de Suevos. Sin embargo, Costas no aceptó rebajar la línea de protección, con lo que el Ejecutivo municipal decidió realizar una modificación urbanística que sigue en tramitación. Ahora mismo está en aprobación inicial y los propietarios serán notificados para que puedan alegar.

Los vecinos denuncian que sufrieron importantes molestias con las obras de Langosteira, ya que se realizaron importantes voladuras que provocaron daños en las casas, según afirman. Fernando Teijido denuncia que sufrió daños en su tejado y Juan Fuentes asegura que se quedó sin agua en el pozo temporalmente.

Pablo Balsa afirma que la obra del poliducto provocó la entrada de agua en su casa debido a los acopios de tierra que realiza la empresa en el entorno. Le ocurrió cuando se registraron las fuertes lluvias de abril. “Llevo desde 2007 y nunca entró agua”, señala.

Repsol explicó que “la obra tiene un protocolo informativo vecinal desde marzo que está funcionando de forma adecuada” y que ha incluido reuniones con las entidades vecinales y cuenta con un servicio de atención tanto telefónico como por correo electrónico, abierto a todos los residentes del entorno de la obra. También indica que en abril se recibió por parte de “un único propietario de Suevos, una información sobre una posible incidencia de aguas pluviales en casa y finca” y que los técnicos de Sacyr acudieron a evaluar los daños y concluyeron que “las humedades no tienen su origen en los trabajos de excavación de tierras sino de problemas estructurales en la edificación”. En concreto, “en la cimentación de la vivienda, que se evidencia también en grietas anteriores al inicio de los trabajos”.

El alcalde también aseguró que el Concello pidió a Repsol que extreme las precauciones sobre los trabajos del poliducto para no afectar a las casas.