La alcaldesa de A Coruña, la socialista Inés Rey, aseguró ayer que el anuncio del Ayuntamiento de Culleredo de que abandonará el Consorcio As Mariñas la cogió por sorpresa. “Es una salida importante. Fue una noticia que no esperábamos”, aseguró la directora sobre el anuncio de abandono del concello vecino, que dirige el también socialista José Ramón Rioboo.

La regidora coruñesa manifestó su “máximo respeto a lo que decidan los concellos del área” y aseguró que desde el Ayuntamiento de la ciudad se sigue “trabajando para mejorar los servicios consorciados y, sobre todo, en estos servicios esenciales, ofrecer la mejor calidad para los ciudadanos”. Eludió responder a los periodistas a preguntas sobre el futuro que augura a la agrupación de municipios y evitó hacer mención las implicaciones que podría tener la desarticulación del Consorcio para la planta de Nostián, propiedad de A Coruña.

El BNG comarcal, ante el anuncio de salida de Culleredo —que se sumaría al de Arteixo— ha acordado “por unanimidad”, afirma, “no secundar aventuras localistas de ningún tipo”. Los nacionalistas hacen “un llamamiento a la cordura y al sentido común” y proponen, como ya hicieron a finales de enero, “convocar una asamblea general del Consorcio, igual a la celebrada el pasado otoño, con la presencia del conjunto de ediles de los municipios integrantes”. Pide que esta asamblea se retransmita en directo.

El BNG asegura que ha sido “la fuerza política que más ha apostado históricamente por la creación del área metropolitana para A Coruña y comarca, huyendo de soluciones provisorias y administraciones paralelas, carentes de control democrático, transparencia y participación”. Asegura que tampoco secundará “caprichos aislacionistas carentes, además, del más mínimo rigor y planificación”. La formación llevará su petición de asamblea general a la presidencia del Consorcio y a los concellos integrantes, como moción.

El BNG de Culleredo lamentó haberse enterado por los medios de comunicación y no por el alcalde del anuncio de salida, que considera “una decisión política de miras raquíticas e irresponsable que puede derivar en una nueva deuda para los vecinos de Culleredo”.