El alcalde de Sada, Benito Portela, se ha puesto en contacto con responsables del Estado y la Xunta para intentar desbloquear la incoación del decreto por el que se declaró Bien de Interés Cultural el pazo de Meirás para ampliar la protección a los bienes asociados a este sitio histórico. El regidor advierte de que el tiempo apremia y urge medidas para evitar que los herederos del dictador Francisco Franco vacíen el inmueble si la Justicia inadmite los incidentes del Concello y el Estado y da vía libre a la mudanza.

El mandatario insiste en que la competencia le corresponde a la Xunta, pero ante la negativa de la Consellería de Cultura a tramitar el expediente alegando que le corresponde al Gobierno porque es un bien estatal adscrito a un servicio público de la Administración General del Estado, Portela ha planteado al secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, que remita a la Xunta un certificado que declare que el pazo no están adscritos a un servicio de la Administración General del Estado ni forma parte del Patrimonio Nacional y que la gestión del mismo sea conveniada entre Estado, Xunta y Concello. “Esta propuesta sería plenamente integradora con las posiciones que defienden Xunta y Estado”, sostiene.

Portela llama la atención sobre el hecho de que el Estado solo pide en su incidente que se impida la retirada de 133 bienes que, entiende, deben permanecer en Meirás por tener la consideración de inmuebles por destino o incorporación, es decir, aquellos que no pueden retirarse sin producir un quebranto o que fueron colocados con vocación de permanencia. Las piezas que reclama el Estado son fundamentalmente elementos pétreos, desde estatuas a cruceiros, hórreos u cruceiros, y los bienes de la capilla . Solo el Concello de Sada reclama que la prohibición se amplíe al mobiliario, obras de arte y enseres que, o bien fueron vendidos con el pazo en 1938 (todos los de la época de Emilia Pardo Bazán) o que fueron instalados por el Estado durante la dictadura y deben considerarse bienes demaniales.

Si la Justicia rechaza el incidente de Sada, algo que ya han pedido los Franco alegando que carece de legitimación, los herederos del militar golpista tendrían vía libre para cargar en un camión con destino Madrid gran parte de los casi 700 bienes inventariados por la Xunta, incluidas obras de arte o el mobiliario, incluido aquel que, según un informe de Patrimonio Nacional, tenía su origen en las Colecciones Reales Españolas.

Como avanzó LA OPINIÓN, los Franco han pedido que se inadmitan los incidentes y solo están dispuestos a dejar en Meirás 78 bienes que no puedan moverse sin quebranto, como hórreos, cruceiros, balaustradas, etc... Los Franco plantean llevarse las esculturas del jardín e, incluso, el sepulcro que mandó labrar Pardo Bazán o el escudo del ducado de Franco de la fachada. El BNG instó ayer de nuevo en el Parlamento a ampliar ya el BIC y evitar lo que califica de "saqueo".