La comunidad de montes A Carballoa, representada por Manuel Collazo Mato, ha presentado para su evaluación ambiental un proyecto para la ordenación del Monte da Carballoa, en Aranga. Según recoge el proyecto, a exposición en la Consellería de Medio Rural, el 84% de los terrenos son propiedad de Promotora de Viviendas Urbanas SL, de la que es apoderado el solicitante y administrador único su hermano, José Collazo, que hace más de una década adquirió una gran extensión de terreno rústico en Aranga con el objetivo frustrado de recalificarlo para desarrollar un polígono industrial y una zona residencial.

Buena parte de los terrenos fueron clasificados finalmente en el Plan Xeral de Ordenación Municipal de Aranga como suelo rústico de protección de espacios naturales en base a las directrices de la Consellería de Medio Ambiente, que preveía incorporarlos a la Red Natura. La propuesta autonómica lleva desde 2012 en un cajón y el empresario tramita ahora un proyecto en el que plantea dedicar buena parte de este monte de 122 hectáreas (1,2 millones de metros cuadrados) a la explotación del eucalipto destinado principalmente a la producción de madera para trituración.

Según detalla el proyecto, el ámbito está formado por 113 hectáreas de suelo rústico de protección de espacios naturales; 20, de protección de aguas; 0,7, rústico de protección agropecuaria y solo 3 hectáreas, de protección forestal. El proyecto admite la presencia en este monte de hábitats prioritarios sobre cuya desprotección alerta la Unión Europea como las turberas y brezales húmedos, considerados un escudo natural contra el cambio climático.

El proyecto de ordenación establece dos usos principales para el monte, uno “productor” dirigido a la repoblación con Eucalyptus nitens y otro “protector”, en el que “se fomentará la conservación de hábitats y ecosistemas, los bosques autóctonos y la vegetación de ribera”. Según la zonificación que recoge el documento, el ámbito destinado a los usos madereros ocupará una superficie de 98,3 hectáreas y el sector que denomina “protector”, 20,6.

El plan general de Aranga no establece ningún uso en el Monte de Carballoa al entender que los terrenos deben permanecer en su estado natural, acoger actividades “de carácter tradicional extensiva” o “de disfrute y recreo”. El redactor del proyecto considera, en cambio, que es posible “maximizar el rendimiento económico del monte” mediante un “desarrollo sostenible”. El plan aboga por “potenciar la multifuncionalidad del monte” y compaginar la explotación del Eucalyptus nitens con el mantenimiento y potenciación de los bosquetes de especies autóctonas y de bosques de ribera asociados a los cursos fluviales. “Las masas de ecualyptus nitens coexistirán con masas frondosas en las zonas más sensibles y en las inmediaciones de los cursos fluviales”, recoge el documento, que apela a la implantación de medidas para conservar los hábitats y ecosistemas. El plan detalla que la explotación del eucalipto y los usos dirigidos a preservar los bosques autóctonos y la vegetación de ribera se complementarán con usos secundarios, como el aprovechamiento cinegético (en el Tecor de la Sociedad de Cazadores de San Pelayo) y y usos micológicos, de pastos y los recreativos.

“Para la mayor parte del monte el uso será de producción de madera y la conservación de espacios naturales, estando los demás usos subordinados a estos”, recoge el proyecto. La entidad promotora admite que la explotación forestal de eucalipto “puede conllevar un descenso en la diversidad de especies”, pero sostiene que “este impacto se va a ver mitigado por la plantación de bosquetes de frondosas en los que se establecerán especies autóctonas con el objetivo de favorecer la proliferación de corredores ecológicos”.

La entidad promotora defiende que “no es riguroso afirmar que el eucalipto degrada los suelos de forma generalizada” y afirma que depende en gran medida de las técnicas de preparación del terreno y que se velará por mantener los residuos de la tala en el sitio para “preservar la fertilidad”. La comunidad que representa Collazo Mato apela en su proyecto a un estudio en eucaliptales gallegos que descarta que provoquen daños por su alto consumo de agua dado que “si bien consumen más que otros” también funcionan como “captadores de niebla” con “gran capacidad para captar la precipitación oculta”.

La entidad cuestiona también que los eucaliptos supongan un riesgo para la biodiversidad: “Ha generado tímidas interacciones con especies locales, por lo que no hay argumentos de peso a la hora de referirse a la capacidad de los eucaliptales de limitar la capacidad biológica”, recoge el estudio, que llama la atención sobre el hecho de que las flores del eucalipto “son beneficiosas para las abejas en un momento de alerta mundial sobre las amenazas de estos polinizadores”.

Sobre el impacto de los eucaliptales en el paisaje, la empresa argumenta que “la plantación de otras formaciones que rompan la monotonía mitigará” el efecto negativo.

El proyecto del Monte de Carballoa para dedicarlo de forma mayoritaria a la explotación del eucalipto llega después de que Aranga impulsase una modificación puntual del plan general para intentar reducir la superficie de suelo protegido dado que la ampliación de la Red Natura estaba paralizada. Informes técnicos desaconsejaron el cambio y advirtieron de la degradación de varios de los ecosistemas por la proliferación del eucalipto.