El Concello de Betanzos acaba de aprobar en Junta de Gobierno Local pagar 61.920 euros a los propietarios de unos terrenos de O Xuncaliño, en Caraña de Abaixo, en los que las normas subsidiarias de 1996 proyectan unas instalaciones deportivas. El Ayuntamiento brigantino abona y ocupa ahora estos terrenos obligado por los propietarios, que en 2016 reclamaron la apertura de un expediente de justiprecio al amparo de la ley de suelo, que reconoce el derecho de los dueños de fincas afectadas por determinados planes urbanísticos a reclamar la expropiación transcurridos cinco años sin que se hubiesen producido avances.

Los propietarios de estos terrenos de San Martín de Tiobre solicitaron en 2016 el inicio del expediente de justiprecio y en julio de 2018 aportaron una hoja de aprecio en la que establecían un precio de 405.360 euros por los terrenos. El Concello de Betanzos rechazó la valoración y, en base a sus informes técnicos, acordó proceder a la expropiación por 57.900 euros. Tres años después, tras recurrir al Xurado de Expropiación de Galicia por el desacuerdo entre las partes, el Ejecutivo municipal ha procedido al pago de 61.920 euros (57.900 euros de justiprecio y 4.021 euros por intereses).

El Concello no ha aclarado de momento qué usos dará a estos terrenos, ahora municipales. Betanzos se rige todavía por las normas subsidiarias de 1996 y la redacción del plan general sigue en su fase inicial.

La expropiación obligada de este suelo para un equipamiento proyectado hace treinta años, propició durante el pasado mandato las críticas de la oposición. Según la encuesta de infraestructuras y equipamientos de la Diputación, los terrenos iban a acoger una piscina municipal, pero la previsión no pasó del papel. El BNG denunció que el equipamiento deportivo proyectado no encaja en las previsiones del plan general en tramitación e incidió en que el suelo está afectado por el mapa de zonas inundables. Para los nacionalistas, la expropiación por imperativo legal de estos terrenos supone una “hipoteca más” de las normas subsidarias. Betanzos Novo, ya sin representación en las bancadas, cuestionó el importe a pagar y el Ejecutivo local defendió que fue fijado por los técnicos.