La Xunta, a través del Instituto Galego da Vivenda e Solo, tramita una modificación del Plan Sectorial de Ordenación de Áreas Empresariais de Galicia que elimina el polígono industrial previsto junto al lago de As Encrobas y en su lugar delimita otro en los terrenos de la central térmica de Meirama, que ya no está en funcionamiento desde el año 2020, y donde se podrían aprovechar las infraestructuras como la estación depuradora, la subestación eléctrica y la red de suministro de agua. Otra de la estructuras existentes es la nave de almacenamiento de carbón, que el Gobierno gallego pretende conservar debido a su interés arquitectónico.

El documento que tramita la Xunta recoge que la nave de la central, con un tamaño que ronda los 90.000 metros cuadrados, es un “testimonio de la arquitectura industrial” de la década de 1980 y que es necesario analizar “en detalle” su “valor” para su “conservación”. Esta instalación está ubicada en paralelo a la carretera entre la planta de Sogama y Mesón do Vento, desde donde es perfectamente visible debido a su gran envergadura.

La propuesta de la Xunta para conservar la nave se incluye dentro de la modificación del plan autonómico de áreas empresariales, con el que, como principal novedad en A Coruña y su entorno, se pretende crear “una nueva área” industrial “que incorpore los terrenos” de la central eléctrica debido a que “va a sufrir un proceso de desmantelamiento previsto para el año 2022” y porque se podría llevar a cabo una “reutilización de suelo transformado”, donde “resulta viable” el aprovechamiento “de infraestructuras existentes” como la estación depuradora, la subestación eléctrica y la red de suministro de agua. Los terrenos del polígono propuesto por la Xunta, que son propiedad de Naturgy, tienen una superficie de 580.000 metros cuadrados. Están situados principalmente en el término municipal de Cerceda, aunque afecta en menor medida a Carral y a Ordes.

Sobre el motivo para eliminar el parque empresarial previsto en las inmediaciones del lago de As Encrobas, el Ejecutivo autonómico argumenta en el proyecto que tramita que no resulta “adecuado que estos terrenos fueran removidos para acoger una urbanización dado el riesgo de contaminación” y por el interés del Concello de Cerceda de “mantener los terrenos como suelo rústico con un destino vinculado a las actividades deportivas, culturales y recreativas que pueden generarse junto al lago”.

El alcalde de Cerceda, Juan Manuel Rodríguez, señaló, ante la propuesta de la creación del nuevo polígono en la central, que el “incremento de suelo industrial es positivo” siempre y cuando genere empleo y suponga una “reindustrialización positiva” para Cerceda. Argumentó además, que la zona tiene buenas comunicaciones. En cuanto a la supresión de la zona industrial del lago, el regidor se muestra conforme porque en esa zona se pretende dar un “uso recreativo” y de ocio.

La mina dio paso a un lago

La explotación de la mina que abasteció de carbón a la central de Meirama se inició en 1980 y concluyó en 2008, después de haber suministrado 94 millones de toneladas de lignito. Entonces arrancó un proceso para transformar este espacio en un lago. Estos trabajos concluyeron en mayo de este año, cuando el recinto abrió al público. Hay disponible un paseo perimetral de 6,5 kilómetros desde el que se puede contemplar buena parte de esta masa de agua.

El proyecto, que contó con una inversión de 60 millones de euros, recupera el espacio afectado por la actividad minera con la creación de un lago de 2,2 kilómetros de longitud y un kilómetro de anchura (171 hectáreas) en el antiguo hueco de la mina, y la reforestación de los terrenos y de los depósitos de estériles de mina. Ahora, según Naturgy, se ha creado “un gran espacio protegido de biodiversidad que supondrá un impulso al desarrollo económico, turístico y ambiental de la zona.