El PP de Sada denuncia, tras recibir quejas por parte de los vecinos, que el pozo de bombeo de Lacere produce, “prácticamente desde su primera utilización en mayo de 2019”, continuos vertidos de fecales.

Los populares recuerdan que la obra entre Lamela y Lacere, que consistía en un tramo de saneamiento de unos 400 metros de largo y un pozo de bombeo al final, fue ejecutada en 2017 pero “ni el proyecto ni el modificado del mismo” fueron suficientes para entender “que un pozo de bombeo precisa de suministro eléctrico”.

Señala el PP que el Ayuntamiento “pagó a una empresa todos los meses unos 1.500 euros para el vaciado del pozo”, pero hace tiempo que prescindió de esta subcontratación.

Los vecinos se quejan de que el retraso en el vaciado provoca continuos vertidos de fecales, con el riesgo sanitario y medioambiental que eso conlleva, según expresan los populares. Un vertido que acaba en la cabecera del río Fontoira.