En enero de 2020, cuando en España el coronavirus era algo que aún nos sonaba lejano y el confinamiento aún tardaría dos meses en decretarse, en el municipio de Betanzos había 22 personas inscritas en el Rexistro Único de Demandantes de Galicia de vivienda protegida. Ahora mismo, a fecha de ayer, son casi el doble, 41 demandantes en concreto. Se ha duplicado el número de interesados en este tipo de vivienda de menor precio tras la pandemia.

El mayor número de inscritos, 25 en total, están interesados en una vivienda de promoción pública en núcleos rurales o en el propio casco histórico brigantino, donde existen tantas viviendas en ruina y donde la Xunta ha ido adquiriendo algunas para rehabilitarlas y destinarlas precisamente a eso, a alquiler para vivienda protegida. Esta situación puede que haya ayudado también al incremento de demandantes de este tipo de hogares.

De estos 25 solicitantes la mayoría, 15, han reclamado vivienda en régimen de alquiler y solo tres quieren comprar, mientras que otros siete prefieren alquiler con opción de compra.

En Betanzos no se ha inscrito nadie en la vivienda de promoción privada, ni de régimen general ni de régimen concertado. En vivienda de protección oficial de promoción pública hay quince demandantes, nueve en alquiler, cuatro en alquiler con opción a compra y uno para comprar. Estos se unen a los 25 que se inscribieron en la vivienda de protección oficial y promoción pública.

En el caso de Sada es al contrario que en Betanzos. Tras la pandemia ha reducido su número de inscritos en este registro único. En enero del año pasado estaban inscritos 18 demandantes y este mes solo hay diez, lo que supone un descenso del 44%.

En el municipio sadense solo hay 9 demandantes de vivienda de protección oficial de promoción pública (nada de privada), y también el alquiler es lo que más se pide, seis casos, frente a uno interesado en comprar y dos de alquiler con opción a comprar. Solo una persona figura en el listado de vivienda de promoción pública en núcleo rural.

En el municipio de Bergondo también se ha registrado una bajada de demandantes de vivienda protegida, desde los 9 que había en enero del año pasado, antes de la pandemia, a los 6 que hay ahora mismo, tres personas menos. Todos figuran en el listado de vivienda de protección oficial y cuatro quieren alquilar, uno comprar y otro alquilar con opción a compra.