Monticaño es un parque público que está situado entre Pastoriza y Suevos. Se encuentra en los terrenos del antiguo recinto militar, que fue cedido por el Ministerio de Defensa en 1998 al Concello de Arteixo para que habilitase un espacio verde, similar al del monte de San Pedro, en A Coruña. Ahora el Gobierno local de Carlos Calvelo se marca el objetivo de lograr la titularidad pública de estos terrenos, que fueron traspasados por un plazo de 50 años. Como paso previo a la solicitud formal, realizará un cambio en el planeamiento urbanístico del municipio para que el suelo deje de estar calificado como militar y se convierta en dotacional.

El Ejecutivo municipal ha contratado a la empresa Fernández Carballada y Asociados por un importe de 16.819 euros para redacte los documentos necesarios para poder efectuar el cambio urbanístico.

Monticaño es un testimonio singular de la historia militar española del siglo XX. Esta base nació en la década de 1920 como parte del plan ideado por el Gobierno de Primo de Rivera para defender el golfo Ártabro (el tramo de litoral que discurre entre Ferrol y Caión).

Cuando el Gobierno local logró la cesión del parque, el Ejecutivo central donó un cañón Vicker y las piezas de otro. Al lado también se instalaron dos antiaéreos Flak, que fueron retirados en 2018 tras una petición del Concello debido a que se encontraban en un mal estado de conservación. Estas dos piezas fueron trasladadas a la localidad de Astorga, en la comunidad de Castilla y León.

La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural ha calificado esta antigua base militar como “un testimonio singular de la historia militar española del siglo XX” que formó parte de “uno de los intentos más ambiciosos” del Gobierno de España de modernizar las defensas militares costeras del país, según publicó en 2016 en un informe para analizar la idoneidad de ubicar en este enclave un museo con los restos del castro de Cociñadoiro, que fue desmantelado durante la construcción del puerto exterior de Langosteira.