Betanzos trabaja en un nuevo Proxecto Mandeo. Transcurridos más de diez años del programa provincial de recuperación de sendas y enclaves a lo largo de este río, el Concello brigantino ha encargado el diseño de un “proyecto integral” de rutas para el senderismo, ciclismo de montaña o trail running por el entorno del Mandeo.

El Gobierno local ha encargado este proyecto a una empresa de Paderne, Mar Mar Outdoor. Con el diseño de este plan de rutas, el Ejecutivo pretende aprovechar todo el “potencial turístico del río Mandeo”. Los trabajos han sido adjudicados mediante la fórmula del contrato menor por 11.489 euros y con un plazo de ejecución de ocho meses.

Según recoge el acta de la Junta de Gobierno Local que dio luz verde a la contratación de este proyecto, el plan deberá incluir el diseño y catalogación de las rutas según su dificultad, una propuesta de puntos informativos y señalización, un inventario del patrimonio cultural existente, una propuesta de mantenimiento de las sendas y un proyecto para web y aplicaciones móviles.

En su resolución, el Ejecutivo municipal llama la atención sobre el potencial del entorno del Mandeo. Su apuesta por exprimir el atractivo turístico del Mandeo se produce después del cambio de hábitos propiciado por la pandemia, que incrementó el interés por el turismo de cercanía y por el senderismo. En los últimos meses, numerosos vecinos de la comarca se han animado a conocer o redescubrir los enclaves naturales de su entorno próximo. La demanda de actividades al aire libre ha llevado a los ayuntamientos del área a invertir más fondos en el acondicionamiento de los senderos o a lanzarse a diseñar nuevas rutas.

La contratación de este diseño de rutas por el entorno del Mandeo por parte del Concello de Betanzos llega sin que hayan trascendido avances en la construcción de la senda de Os Caneiros, un proyecto que acumula más de una década de trámites.

A consulta de este diario, el Concello apuntó recientemente que no había recibido ninguna nueva notificación por parte de la Xunta desde que en abril de 2020, Medio Ambiente resolvió someter el proyecto a la evaluación de impacto ambiental ordinaria al entender que la actuación podría tener efectos “significativos” en espacios protegidos y en especies vulnerables.