La Xunta da luz verde ahora a la construcción de una planta de gestión de residuos de construcción y demolición (RCD) en Carral, que había denegado en 2019. El proyecto está promovido por Transportes Vasa Norte, empresa perteneciente al grupo EVS Norte, el mismo al que pertenece Canarga. La parcela en la que se prevé la planta de residuos se ubica en entorno del Monte Xalo, fuera de polígono y linda con la explotación minera que trabaja el grupo empresarial en Castelo. La Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, denegó hace dos años la autorización para esta actividad en la parcela propuesta dado que se encontraba fuera de polígono y el proyecto no recogía las suficientes medidas para prevenir el impacto ambiental. El alcalde, Javier Gestal, asegura que la parcela en la que se desarrollará la planta es la misma que la prevista en el documento que la Xunta descartó en 2019.

El departamento autonómico determina ahora que “el proyecto es ambientalmente viable siempre que se cumpla, además de lo recogido en el estudio de impacto ambiental y la restante documentación, lo condicionado” en la Declaración de Impacto Ambiental. La Xunta dictó en la resolución en que denegó el proyecto en 2019, que si el promotor no daba por terminado el procedimiento de evaluación de impacto ambiental, debería someter el proyecto a una evaluación de impacto ambiental ordinaria y no abreviada.

El promotor pretende, con este proyecto, “incorporar a su actividad la valorización de RCD mediante el procesado en planta fija por lo que considera que las instalaciones de las que ya dispone en la actualidad son adecuadas y se complementarán con instalación de una báscula de pesada de camiones una vez analizadas las diferentes alternativas en el estudio de impacto ambiental”, recoge la resolución de la Dirección Xeral de Calidade Ambiental, Sostibilidade e Cambio Climático. Con la actividad obtendría “árido reciclado y material apto para su uso como aglomerado en las instalaciones que posee en las inmediaciones de la parcela objeto de la actuación la empresa matriz del grupo empresarial al que pertenece el promotor”, apunta la Xunta.

La parcela, de 20.145 metros cuadrados, tiene una superficie construida de 3.540 metros cuadrados y la superficie necesaria para la situación de la planta es de 2.455, de los cuales 1.548 ya se encuentran asfaltados, detalla la resolución.

En la tramitación del proyecto no se registraron alegaciones, señala el documento. Entre las condiciones que se marcan para desarrollar el proyecto, destacan medidas para minimizar la emisión de polvo a la atmósfera, evaluar el nivel sonoro de las áreas residenciales próximas, garantizar la conservación de los ejemplares de especies de flora y fauna recogidas en el Catálogo de Especies Ameazadas que puedan estar presentes en el área de actuación, limitar la altura del material almacenado a la misma que el cierre perimetral o tres metros realizar controles periódicos de las medidas.