El Ayuntamiento de Carral ha adjudicado el servicio de ayuda en el hogar tras veinte años pendiente de regularizar. La empresa adjudicataria es A0 Mayores, que resultó la mejor valorada de las doce que presentaron sus ofertas al concurso, que tramitó la contratación por procedimiento abierto. La seleccionada ofertó un precio de 18,52 euros la hora (IVA incluido), una cuantía de 1,106 millones de euros (IVA incluido), cerca de los 1,18 millones (IVA incluido) del presupuesto de licitación.

El contrato tendrá una vigencia de dos años y podrá extenderse hasta cinco, con tres prórrogas de un año cada una. La empresa, con domicilio social en A Coruña, es la misma que resultó adjudicataria en el concello vecino de Abegondo en la licitación realizada en 2019, cuando el Ayuntamiento rescindió el contrato con la empresa anterior, Endeben Ordes, por deficiencias y quejas y elevó el presupuesto de licitación del servicio para optar a empresas que ofrecieran más calidad.

A0 Mayores ofreció mejoras, además de cumplir las exigencias del contrato, como limitar la rotación de asistentes a un máximo de tres trabajadores por usuario. También se comprometió a realizar atenciones de carácter complementario ofertadas como mejoras como 150 servicios anuales de fisioterapia en el domicilio, 150 de podología, 100 de peluquería, 100 de manicura, 50 de lavandería, 75 de taxi para acompañamiento (ida y vuelta) a gestiones fuera del término municipal con los usuarios, una bolsa de 200 horas anuales para servicios de limpiezas viarias o de choque y una bolsa de 100 horas gratuitas al año.

La adjudicataria también ofertó como mejoras material complementario, como diez sillas giratorias de baño, diez sillas de ruedas, diez grúas, diez patas de elefante, diez andadores y diez camas articuladas regulables en altura, según consta en el documento de la propuesta de Alcaldía de adjudicación del contrato. La Junta de Gobierno local acordó adjudicar la prestación del servicio a A0 Mayores el día 10 de este mes.

El Concello anunció el pasado mayo que había concluido los pliegos para sacar a concurso el servicio y así saldar una “deuda histórica con los vecinos”. La regularización estaba pendiente desde hace veinte años y en los últimos años se habían acumulado quejas y problemas por el mal funcionamiento. El Ayuntamiento llegó a contratar a una segunda empresa que cubriera la atención en los domicilios a los que no acudía la contratada principal del servicio e incluso a enviarle a ésta un burofax tras no lograr contactar con sus responsables. El Gobierno local aseguró que era una prioridad el servicio, ya que la elaboración de los pliegos “llevaba pendiente” desde hacía “prácticamente veinte años” y que se trataba de “una demanda histórica que supondrá unas mejores condiciones tanto para el personal como para los usuarios”.