El Concello de Miño aprobó ayer en pleno la cuenta general de 2020, que arroja un remanente de tesorería para gastos generales de 1,3 millones y que confirma la reducción de la deuda en 1,6 millones con respecto a 2018.

El alcalde, el socialista Manuel Vázquez Faraldo, destacó que estas cuentas son el resultado de “un esfuerzo que empieza a mostrar sus beneficios en el presente económico de Miño”. El regidor destacó que el remanente asciende a casi 1, 3 millones, “una cifra que triplica la de los ejercicios 2018 y 2019” . “Estas cuentas constatan la buena gestión económica y social del Gobierno local, que no solo no redujo, sino que aumentó los servicios del municipio para mejorar el bienestar de la ciudadanía”, se congratula el regidor en un comunicado remitido a los medios.

La deuda pasa de los 22,1 millones del 2018 a los 20,5 de 2020. A la reducción de la deuda se suma la reciente resolución del Ministerio de Hacienda que permitirá ampliar el plazo de devolución hasta 2043, reducir el pago anual y contar un nuevo período de carencia de dos años, por lo que el Concello no tendrá que empezar a pagar hasta 2023