Las jornadas del Consello da Cultura Galega reunieron a responsables políticos, académicos y expertos del mundo de la cultura y el derecho para debatir los futuros usos del museo Carlos Maside y las bases del nuevo proyecto museográfico. El grupo Sargadelos declinó participar en este encuentro. Especialistas apelaron a la necesidad de recuperar la filosofía original del proyecto: un centro sociocutural vivo, vinculado a la industria y la producción, con una fuerte vocación social y el triple objetivo de recuperar la memoria histórica, construir país y democratizar la cultura.

Las jornadas sirvieron también para entonar un mea culpa. “Todos somos un poco responsables, no pusimos todo de nuestra parte para reclamar su puesta en valor en una época complicada para la empresa”, admitió Miguel Anxo Rodríguez (USC). La directora del área de colecciones del Museo Reina Sofía, Rosario Peiró, apeló también a la necesidad de hacer “autocrítica” y atribuyó en parte el injusto olvido en que ha caído el Carlos Maside al modo en que se ha tratado la cultura del exilio en España.

Para revivir este proyecto “pionero”, “revolucionario” , una “Bauhaus gallega”, “un museo diferente de lo que hay en toda España”, todos los participantes ven necesario la implicación de todas las partes. “Sin ese impulso común, estoy seguro de que no va a ir muy bien”, advirtió el profesor el Derecho Administrativo Xavier Ferreira. Expertos como Felipe Senén, museólogo y colaborador del Laboratorio de Formas, ven más que improbable la implicación de la empresa, a la que acusa de pervertir la filosofía original, que aunaba “ética y estética” y que entendía la cultura como un medio de “cultivar país, no mercancía”. Senén culpó también a la Administración de la situación actual del conjunto, del deterioro del singular edificio diseñado por Albalat para albergar el arte que la dictadura amenazaba con borrar. Obras de Castelao, Souto, Maside, Colmeiro, Seoane, Laxeiro, Eiroa, Granell, Maruja Mallo y pintores de la generación de posguerra, como Reimundo Patiño, Urbano Lugrís, Lago Rivera, Labra o Alberto Datas, entre otros, que se “está degradando”, denunció. A la hora de relanzar este centro, apuntó, hay que evitar caer “en la liturgia de una cultura de supermercado”.

Otros expertos lanzaron un mensaje de optimismo. La actual coyuntura supone una “oportunidad histórica” de regresar al origen, de revivir esa “Bauhaus gallega”, en palabras de Patricia Gabeiras. Esta especialista en derecho de la cultura considera que este proyecto pionero, gestado en el tardofranquismo y que aunaba “arte, industria, tradición y modernidad”, encaja perfectamente en los objetivos que marca la UE para canalizar las ayudas del Next Generation: crear una “empresa con propósito” que genere un beneficio social, integrada en el territorio. Esa idea de “empresa con propósito”, comprometida con la promoción de la cultura gallega, fue defendida también por María Antonia Pérez, profesora de la Universidad de A Coruña.

Su futuro debe ir de la mano de una nueva mirada sobre el exilio, apuntaron varias expertas. La directora general de Bellas Artes, María Dolores Jiménez-Blanco, destacó la faceta “rupturista” del Carlos Maside, que propuso “una idea muy diferente del regionalismo que establecía el franquismo”. Para la profesora de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, Inmaculada Real, se trata de un centro único y pionero que cayó en el olvido por la ausencia de una red de museos del exilio: “Hay que lograr que se convierta en el referente que debió ser”.

El futuro ideal: una “Bauhaus gallega” integrada en una red de museos del exilio Antares Pérez

Propone una idea totalmente distinta del regionalismo que el franquismo

Dolores Jiménez-Blanco - Directora de Bellas Artes

El futuro ideal: una “Bauhaus gallega” integrada en una red de museos del exilio Antares Pérez

Es un artefacto excepcional, interesantísimo, que hay que reivindicar

Rosario Peiró - Directora del Reina Sofía

El futuro ideal: una “Bauhaus gallega” integrada en una red de museos del exilio Antares Pérez

Fue el primer museo del exilio, hay que lograr que se convierta en un referente

Inmaculada Real - Profesora de Historia del Arte

La empresa dice trabajar en la reapertura

El grupo Sargadelos afirma que trabajan desde hace un año en la reapertura del museo, ahora que han logrado “sacar a la empresa de la quiebra”. Un portavoz lamenta la falta de apoyo de las administraciones y dice que solo ha recibido “buenas palabras” y “algún que otro intento de expropiar el museo”. Sargadelos, que se opone a la declaración BIC al entender que afectará a la actividad de la fábrica, incide en que el deterioro del Carlos Maside “viene soportándose y tolerándose desde hace años”, mucho antes de que tomasen las riendas los actuales gestores, defiende que el convenio de 1970 es un “brindis al sol” que solo sirve “para enredar” y que es la Fundación Sargadelos la que debe responsabilizarse de la reapertura del museo. La empresa acusa además a la Xunta de incluir en el último inventario pinturas y dibujos ubicados en otras dependencias de O Castro que no pertenecen al museo. El inventario de la Xunta recibió también ayer en las jornadas las críticas del hijo de Díaz Pardo y responsable del Laboratorio de Formas: “Tenemos mucha documentación, hay piezas que se han llevado a otros lugares”, afirmó y le reprochó al responsable autonómico: “Parece que quieren borrarnos”