La altura de la cuneta se acerca a la cintura de un adulto. Existe una curva sin ninguna visibilidad frente al convento de las Capuchinas que registró la pasada semana dos accidentes. En esta curva también hay tramos con tuyas de fincas tan grandes y tan altas que casi ocultan la vía. Los helechos, las zarzas y hasta vides, han empezado a invadir uno de los carriles. Algunas viviendas están hoy incrustadas en el vial y también incrementan el riesgo para los conductores al reducirles la visibilidad. Hay zonas que son bosques de postes, de la luz (fabricados en el año 1985) y del teléfono. En la curva de las Capuchinas existe un puente sobre el regato de Bastiagueiro cuyas barandillas están en tan mal estado que han sido precintadas con cinta policial. Así está la carretera autonómica AC-190 en el tramo entre la rotonda de Os Regos y Santa Cruz, dos kilómetros que son ahora mismo la vía más peligrosa de Oleiros y para la que el Concello reclama su mejora “urgente”. Además, tras la última tormenta, la braña junto a las Capuchinas se llenó con residuales (toallitas, compresas, tisúes y salvaslips aún son visibles) al rebosar una alcantarilla en la senda peatonal.
