Los vecinos del núcleo de Peiraio en la parroquia de Bribes (Cambre) están muy enfadados. El pasado viernes llegó una pala y empezó a excavar y realizar una cimentación en un terreno anexo a su local social, donde ellos realizan fiestas y actividades. Les fue imposible averiguar quién había mandado la excavadora y por qué y el sábado por la tarde más de una veintena de ellos se reunieron de forma improvisada en este campo y acordaron que impedirán por todos los medios que prosigan las obras al ser ellos, la Asociación Cultural y Recreativa de Peiraio, los titulares de esta parcela. Están dispuestos a acudir incluso a los juzgados.

El Ayuntamiento de Cambre explicó que esta actuación en el terreno vecinal la ejecuta Emalcsa, la concesionaria del abastecimiento de agua potable a la comarca de A Coruña y que se encarga de la captación del embalse de Cecebre.

La empresa pública coruñesa Emalcsa confirmó que es la que encargó esta cimentación destinada a instalar una torreta con una sirena, una de las cinco previstas en el Plan de Emergencias del Embalse de Cecebre (presentado en 2018) para avisar a los residentes que resultarían afectados en la primera media hora en caso de una posible rotura de la presa. La concesionaria del suministro de agua aseguró que antes de efectuar esta obra realizó un convenio con la directiva de la asociación de vecinos de Peiraio, en 2016, de forma que a cambio de instalar una de estas sirenas en sus terrenos, ellos repondrían la zona de juegos infantiles e incluso les harían una poda de los árboles del entorno. Emalcsa recalcó que ejecuta esta obra tras tener el visto bueno de la entidad vecinal.

“Ninguno de los casi veinticinco vecinos que nos hemos reunido tras ver cómo la pala entraba en nuestros terrenos sabíamos nada de esta obra. Nadie informó a los vecinos de que aquí se iba a instalar una torreta con una sirena, en medio del campo donde hacemos las churrascadas”, explicó uno de los residentes, que prefiere no dar su nombre. Los vecinos supieron que era Emalcsa quien realiza estos trabajos por este periódico.

Los afectados aseguran que llevan “años” sin directiva, desde que hace una década hubo “un follón”, llegando a las manos y a los juzgados, por el uso privado del local social. “En ese momento ya hicimos un documento en el que consta que no hay ya directiva, y además hace más de diez años que no se pagan cuotas ni hay reuniones ni juntas. ¿Quién firmó ese convenio con Emalcsa que dices? ¿En qué junta se llevó a aprobación ese convenio, si hace más de una década que no se hacen, y nadie sabía nada? Ni siquiera sabemos si esas torretas tienen que tener algún informe, si tienen alguna afección, si tienen que respetar distancias a construcciones”, explica un vecino de este núcleo.

Estos residentes señalan que no se pudo acordar reponer la zona de juegos infantiles porque solo hubo “unos columpios hace años”. Aseguran que tanto el local social como los terrenos fueron “pagados” por los vecinos, con aportaciones casa por casa, y muchos de ellos trabajaron gratis en la construcción del local y poseen la escritura de propiedad. “Es cierto que el Concello colaboró, nos aportó material para las obras, pero el resto pagamos y trabajamos nosotros, no pueden hacer lo que quieran con nuestro terreno, meternos una torre en medio del campo”.

En noviembre de 2016 el Gobierno local de Cambre aseguró que iba a ahorrar costes a Emalcsa al ceder terrenos para instalar las cinco sirenas del plan de emergencias, con condiciones para mantener ciertos servicios, como reponer el parque infantil.

El Ejecutivo informó de que una presa estaría dentro del recinto de la asociación vecinal de Peiraio, otra junto a la presa, una en Meixigo (donde exigió que se situase como mínimo a seis metros de las vías colindantes y sin obstruir el campo da festa), y otra junto al campo de fútbol de A Barcala.