El concejal de Urbanismo, Alberto Castro, aseguró a finales del pasado mes de septiembre que el Concello de Arteixo está muy cerca de poder aprobar de forma provisional y remitir a la Xunta la propuesta para delimitar los asentamientos costeros de O Porto (Sorrizo), A Sartaña (Chamín), O Campo (Barrañán), A Ponte (Barrañán) y O Portiño (Suevos) como núcleos rurales, lo que permitirá que las viviendas que allí se asientan puedan llegar a ser legales. El Gobierno local explica ahora que ya se han recabado todos los informes necesarios de las administraciones públicas y que solo queda pendiente la contestación de las alegaciones presentadas para poder llevar este asunto a pleno y posteriormente remitirlo al Gobierno gallego para que dé su visto bueno. De este modo, se culminaría un largo proceso que comenzó hace ocho años.

En el año 2013, el Ejecutivo municipal anuncia que la aprobación de la Ley de Costas permitirá legalizar varias construcciones en Barrañán, el puerto de Suevos y Sorrizo. Entonces, se explicó que el municipio se acogería a la reforma legislativa que brindaba la posibilidad de legalizar a las viviendas construidas en la zona del litoral, siempre que no se levantasen después de 1988 y no pesase sobre ellas un expediente de derribo. El proceso consiste en solicitar a Costas la rebaja de la línea de protección del litoral de 100 a 20 metros para después poder delimitar los núcleos costeros. El Gobierno local, tras esperar a que se aprobase el reglamento de la norma estatal, realizó la petición.

Estos núcleos costeros viven con la amenaza del derribo debido a que están construidos dentro del dominio público marítimo terrestre que establece Costas. El mayor exponente de esta situación se dio en Suevos hace ya seis años al producirse la demolición de una vivienda declarada ilegal.

Indignación y frustración fueron los sentimientos que más afloraron aquel día entre las decenas de residentes que se concentraron en la zona y que vieron a la excavadora hacer añicos una edificación con orden de derribo al estar en la zona de protección del dominio público marítimo terrestre. Ante la posibilidad de una protesta de los vecinos, la Guardia Civil y la Policía Autonómica realizaron un importante despliegue de seguridad.

“Esto es un punto y seguido. Es la guerra”, advirtió el presidente de la asociación de vecinos San Pancracio del Portiño de Suevos tras no poder impedir que la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU), dependiente de la Xunta, ejecutase la orden de derribo dictada por un juzgado. La obra de demolición la asumió el propio propietario.

La mala noticia llegó en 2016, cuando el alcalde, Carlos Calvelo, y el concejal de Urbanismo, Alberto Castro, hicieron pública la respuesta de Costas, que rechazó la legalización de los núcleos costeros arteixanos al no aparecer recogidos en ningún planeamiento urbanístico. En cambio, la solicitud para rebajar la línea de protección para el polígono de Suevos sí fue aceptada, ya que las empresas ya existían antes de la entrada en vigor de la Ley de Costas de 1988.

El responsable de Urbanismo explicó que la respuesta del departamento estatal para los núcleos costeros dejó “abierta una puerta”, la de tramitar una modificación urbanística ante la Xunta para delimitar los asentamientos del litoral. El Concello puso en marcha esta alternativa y elaboró la propuesta técnica para poder tramitarla. En 2017, remitió su plan a la Administración autonómica para delimitar los asentamientos costeros. El Concello, según recogía el documento, pretendía “reconocer” con este documento “una situación de facto y darle encaje adecuado desde el punto de vista urbanístico”.

La Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio aceptó la propuesta para regularizar los núcleos en 2018. El Concello adaptó su propuesta después de que la Xunta emitiese otro informe en 2017 en el que veía injustificada la reclasificación de suelo (que pasaría a ser de núcleo rural) debido a que favorecía la aparición de más construcciones. Una vez superado este trámite, todavía quedaba pendiente un largo camino.

Ya en 2019, el Gobierno local aprobó de forma inicial la propuesta para legalizar estos asentamientos de la costa. Posteriormente se abrió un periodo de exposición al público para que los interesados pudiesen alegar.

El pasado mes de septiembre, el Concello informó de que finalizó el proceso de notificación del proyecto de regularización de los núcleos costeros a cerca de cuatrocientos propietarios afectados. Ese mismo mes, el edil de Urbanismo explicaba, tras una pregunta en el pleno municipal, que faltaba un informe de la Axencia Galega de Infraestruturas para avanzar en la tramitación. “Es un trocito del territorio de Arteixo que estaba así como huérfano que va tener padre y madre. Estamos muy próximos de mandarlo a la Xunta para aprobación provisional”, indicó. Ahora el Gobierno local confirma que ya se ha recibido el informe pendiente y que solo queda emitir las contestaciones a las alegaciones presentadas para poder aprobar la propuesta de forma provisional.