El Gobierno local de Culleredo sigue sin convocar la comisión especial de seguimiento del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), cuatro meses después de que el alcalde, José Ramón Rioboo, se comprometiera en pleno, en atención a la demanda de PP y BNG, a citarla. El documento urbanístico se mantiene sin avances en su tramitación desde que, en enero de 2018, se bloqueara por “discrepancias importantes” entre la empresa redactora y los técnicos municipales. El Gobierno local afirmó ayer que “se continúa con el procedimiento de modificación”, en referencia a los ajustes que intentan acordarse e incluirse en el proyecto para darle viabilidad, puesto que la paralización en el procedimiento por las diferencias entre redactora y técnicos llevó al Ejecutivo municipal a sopesar iniciar la elaboración de uno nuevo.

El Concello de Culleredo aseguró el pasado mes de junio que estudiaba la posibilidad de rescindir el contrato del PXOM, cuya redacción se adjudicó en 2008, y contratar la elaboración de uno nuevo. Rioboo explicó, en el pleno municipal, que barajaba diferentes opciones para el futuro urbanístico del municipio en respuesta a una moción de Alternativa dos Veciños que reclamaba informar sobre los avances para adaptar el plan a las exigencias de la Xunta y los técnicos municipales y llevarlo a pleno para su aprobación provisional y, luego, definitiva.

“Lo que tenemos que hacer es evaluar si efectivamente vale la pena continuar con el nuevo plan xeral. Es en lo que estamos trabajando”, afirmó el alcalde en la sesión plenaria de inicios de verano. “Tenemos que resolver el contrato con la propia redactora del mismo, se está dirimiendo si tenemos que continuar o hay que sacar a licitación un nuevo contrato”, señaló el regidor. Sin embargo, en la escueta aclaración sobre el estado de los trabajos que ofreció ayer el Gobierno local, a consulta de este diario, se limitó a asegurar que se continúa con los cambios en el texto, de modo que apunta a un nuevo intento por consensuar el resultado del proyecto urbanístico, en detrimento de la opción de iniciar uno de cero.

El PXOM acumulaba ya demora cuando las diferencias lo paralizaron. A día de hoy, debería llevar en vigor ocho años, desde 2013, según los cálculos del excalcalde, Julio Sacristán. A falta de un nuevo planeamiento, el Ayuntamiento cullerdense se rige todavía por el de 1987, del cual Rioboo defendió que todavía “está vivo, tiene vida”, cuando anunció que estudiaba descartar el que se encuentra en redacción y comenzar otro, lo que supondría más retraso.