–¡Ánimo, que ya queda menos!

–¡Gracias! Ya nos trajimos el bocata por si acaso.

Es una conversación cazada al vuelo ayer a la entrada de recinto ferial de Curtis. Más de cien personas, en su mayor parte familias con niños, hacían cola pacientemente al mediodía para embarcarse en un viaje por el universo Playmobil. La primera feria-exposición de Galicia dedicada a este popular juguete del grupo Brandstäter superó las expectativas de la organización y atrajo a este pequeño municipio rural a personas procedentes de distintos puntos de España: Valencia, Asturias, León... Incluso familias que se trasladaron desde el país vecino Portugal.

Numerosas personas hacen cola para visitar la feria del Playmobil

Más de 4.000 personas visitaron este mercado, que se desarrolló durante todo el fin de semana, y que incluía una exposición de dioramas de 8 metros cuadrados, puntos de intercambio y talleres de stop motion de customización y clonación de clicks.

Asistentes a la feria de Playmobil de Curtis

Xabier Bermúndez es uno de los integrantes de la Asociación Española de Coleccionistas de Playmobil que organiza esta feria en colaboración con el Concello de Curtis. Él, relata, es un apasionado de estas figuras de plástico de perenne sonrisa “desde niño” : “Te metes en un mundo del que no sales”, bromea.

En busca del elefante blanco de Playmobil

El mundo que rodea este popular juguete, que ha sabido adaptarse a los tiempos sin claudicar ante las modas, es inabarcable y recorrerlo en compañía de un apasionado como Xabier Bermúdez, un lujo que permite descubrir miles de curiosidades que explican cómo este muñeco sin codos, rodillas ni dedos, conquista por igual a los más pequeños de la casa y a sus padres o abuelos.

Esa capacidad de adaptación explica que un domingo por la mañana el recinto ferial de Curtis estuviese a reventar de niños, pero también de adultos a los que se les iluminaba la cara al encontrar ese click deseado en el interior de su inconfundible caja azul.

Xabier Bermúdez muestra las piezas a la jefa territorial de Turismo

“Las piezas de los años ochenta se valoran mucho. Este tren anda sobre los 250 euros”, cuenta un vendedor de Cádiz.

No es la única pieza de coleccionista por la que más de un nostálgico se rascó ayer el bolsillo. “Mira, este elefante blanco ronda los 85 euros y con caja se sube a 150 euros, casi el doble”, explica Bermúdez. Son miles los clicks a la venta en la feria. Y cada asistente puede encontrar entre los puestos su particular elefante blanco.

“Vamos ahora al mundo paralelo de los Playmobil, el de los custom”, guía Bermúdez y, ante la mirada extrañada de la periodista, añade: “Ahí se hace trabajo de artesanía, utilizamos los playmobil para hacer piezas únicas”: Un Santiago Peregrino, percebeiros, húsares napoleónicos conviven en las vitrinas con Frida Kahlo o Freddy Mercury.

Un click de Santiago Peregrino

“Las Fridas se agotaron y había cerca de treinta”, cuenta Belén, de Tu Burbuja, una madrileña que lleva diez años en el negocio y que vende las piezas que realiza su hija desde Llanes (Asturias). En un puesto próximo, Ramón, de Playmocampoo, se declara incapaz de decir qué pieza es la más demandada . “Hay tanto que no sabría decirte. Lo que más tira es el oeste y lo medieval, aunque ahora la city está subiendo mucho, todo lo moderno...”, explica. Las sevillanas de un stand vecino asienten: “Hay para todos, cada click tiene su público”, resume Verónica.

Maqueta de la batalla del monte Medulio

Esa inabarcable variedad de los Playmobil apabulla al adentrarse en la sala de dioramas. Pequeños y mayores se arremolinan alrededor de las cuatro maquetas de ocho metros cuadrados que representan escenas de lo más variopinto: la batalla del monte Medulio, una villa marinera, un parque natural y una maqueta dedicada al universo Marvel. En cada uno de los dioramas hay un “click escondido”, una pieza que desentona, pero que cuesta localizar entre el mar de Playmobil: un romano con motosierra o Blancanieves de paseo por el parque natural, entre otros. Los más pequeños suelen ser los primeros en dar con esa interferencia: “Lo que no vemos nosotros, lo ven ellos”, comenta una madre divertida tras identificar su hijo el click escondido.

Como broche de la feria, la Asociación Española de Coleccionistas de Playmobil, que participa en diversas causas solidarias, elaborará en diciembre un diorama especial inspirado en Curtis que podrá visitarse en el centro etnográfico.