La Consellería de Educación se muestra “abierta a analizar el contrato de transporte” escolar en Carral, después de que la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) Ana Lastra, del colegio carralés Vicente Otero Valcárcel, denunciara que los escolares tienen que esperar una hora por el transporte de regreso a casa los lunes, dado que comparten vehículo con los chicos de ESO, que ese día tienen clase por la tarde. El departamento autonómico se muestra dispuesto a estudiar la posibilidad de introducir mejoras, aunque apunta que no puede determinarlo en este momento.

Educación recuerda, sin embargo, que las familias aceptaron en 2017 el horario de bus que ahora rechazan. Asegura que, hace cuatro años, el centro solicitó el paso de jornada partida a jornada única y se le concedió, “con la condición de que los lunes, después de comer, tendrían el transporte de salida alas 16.30, para no colisionar con el servicio combinado del instituto”, señala la Consellería. “Esto fue aceptado por las familias”, apostilla.

En ANPA reclama que se añada un vehículo para los lunes de modo que los pequeños no tengan que esperar desde las 15.30 horas que terminan su jornada escolar hasta las 16.30 horas, momento en que el bus les recoge los lunes para llevarlos a casa, después de haber dejado en el instituto a los estudiantes de Secundaria, que en la primera jornada de la semana tienen clase por la tarde, a partir de las 16.10 horas. “Muchas madres hacen números para ir a buscar a sus hijos a las 15.30 h, pero algunas no pueden porque entran a trabajar a esas horas. Igual un 60% de los usuarios del bus vienen a buscar a los niños o se lo piden a los abuelos o a quien pueda”, aseguró la presidenta de la ANPA Ana Lastra, Omayra Pereira. La representante de las familias aseguró que “los niños están una hora sin hacer nada” y que “si hace bueno, aún pueden salir al patio pero, si no, nada”.

La espera por el autobús los lunes supone, además, las madres que ejercen de cuidadoras en el comedor escolar tienen que quedarse también hasta que los niños cojan el transporte. “Cobran algo simbólico, 12 euros al día pero, si es así, que les paguen más por los lunes”, defendió la presidenta. Pereira lamentó que los niños tengan que soportar “jornadas tan largas” y reclamó una solución.